Talált 28 Eredmények: acostado
Al entrar en la casa, mientras Isbaal estaba acostado en el lecho de su dormitorio, Recab y su hermano Baaná lo habían herido mortalmente y le habían cortado la cabeza. Después se llevaron la cabeza y marcharon toda la noche por el camino de la Arabá. (II Samuel 4, 7)
Tamar fue a la casa de su hermano Amnón, que estaba acostado. Tomó la harina, la amasó, preparó los buñuelos a la vista de él, y los hizo cocer. (II Samuel 13, 8)
Por eso, así habla el Señor: No te levantarás del lecho en el que te has acostado, porque morirás irremediablemente". Y Elías se fue. (II Reyes 1, 4)
Ellos le dijeron: "Un hombre nos salió al encuentro y nos dijo: Vuelvan a ver al rey que los ha enviado y díganle: Así habla el Señor: ¿Acaso no hay Dios en Israel, para que tú mandes a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón? Por eso, no te levantarás del lecho en el que te has acostado, porque morirás irremediablemente". (II Reyes 1, 6)
y le dijo: "Así habla el Señor: Por haber enviado mensajeros a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón, como si no hubiera Dios en Israel para consultar su palabra, por eso, no te levantarás del lecho donde te has acostado: morirás irremediablemente". (II Reyes 1, 16)
Bagoas entró y golpeó las manos ante la cortina de la carpa, suponiendo que Holofernes estaba acostado con Judit. (Judit 14, 14)
Si te acuestas, no temblarás, y una vez acostado, tu sueño será agradable. (Proverbios 3, 24)
Que ellos te guíen mientras caminas, que velen sobre ti cuando estás acostado, y conversen contigo cuando despiertas. (Proverbios 6, 22)
serás como un hombre acostado en alta mar, acostado en la punta de un mástil. (Proverbios 23, 34)
Sí, hace mucho que has quebrado tu yugo, has roto tus ataduras y has dicho: "¡No serviré!". Sí, sobre toda colina elevada y bajo todo árbol frondoso, te has acostado, te has prostituido. (Jeremías 2, 20)
Acuéstate sobre el lado izquierdo, y yo pondré sobre ti las culpas de los israelitas: tú cargarás con sus culpas durante todo el tiempo que estés acostado sobre ese lado. (Ezequiel 4, 4)
Toma también trigo, cebada, habas, lentejas, mijo y espelta: échalos en un recipiente y prepárate con eso la comida. Tú comerás de ese pan durante todo el tiempo que estés acostado de un lado, o sea, durante ciento noventa días. (Ezequiel 4, 9)