Talált 11 Eredmények: abierta

  • En seguida David se dirigió hacia Baal Perasím, y allí los derrotó. David dijo: "El Señor ha abierto ante mí una brecha entre mis enemigos, como una brecha abierta por las aguas". Por eso aquel lugar se llamó Baal Perasím, que significa "Señor de las brechas". (II Samuel 5, 20)

  • Ellos subieron a Baal Perasím, y allí David los derrotó. Entonces dijo: "Dios ha abierto ante mí una brecha entre mis enemigos, como una brecha abierta por las aguas". Por eso se llamó a ese lugar Baal Perasím -que significa "Señor de las Brechas"- . (I Crónicas 14, 11)

  • Por quinta vez, Sambalat me mandó a decir lo mismo por medio de su servidor, que traía en la mano una carta abierta. (Nehemías 6, 5)

  • Más vale una reprensión abierta que un cariño disimulado. (Proverbios 27, 5)

  • No tengas la mano abierta para recibir y cerrada cuando hay que dar. (Eclesiástico 4, 31)

  • Luego tomé la escritura de la compra -la que había sido sellada, con las cláusulas y las estipulaciones, y la que había quedado abierta- (Jeremías 32, 11)

  • "Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Toma estas escrituras -la que está sellada y la que está abierta- y mételas en una vasija de arcilla, para que se conserven por mucho tiempo. (Jeremías 32, 14)

  • Entonces el Señor me dijo: "Esta puerta permanecerá cerrada. No será abierta, y nadie entrará por ella, porque el Señor, el Dios de Israel, ha entrado por ella. Por eso permanecerá cerrada. (Ezequiel 44, 2)

  • y le dijo: "Corre, habla a ese joven y dile: Jerusalén será una ciudad abierta por la gran cantidad de hombres y animales que habrá en ella. (Zacarías 2, 8)

  • Aquel día, habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, a fin de lavar el pecado y la impureza. (Zacarías 13, 1)

  • Después tuve la siguiente visión: Había una puerta abierta en el cielo, y la voz que había escuchado antes, hablándome como una trompeta, me dijo: «Sube aquí, y te mostraré las cosas que deben suceder en seguida». (Apocalipsis 4, 1)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina