Talált 157 Eredmények: Testimonio

  • Cuando el Señor terminó de hablar con Moisés, en la montaña del Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio, tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. (Exodo 31, 18)

  • Moisés emprendió el camino de regreso y bajó de la montaña llevando en sus manos las dos tablas del Testimonio, que estaban escritas de un lado y de otro. (Exodo 32, 15)

  • Cuando Moisés bajó de la montaña del Sinaí, trayendo en sus manos las dos tablas del Testimonio, no sabía que su rostro se había vuelto radiante porque había hablado con el Señor. (Exodo 34, 29)

  • Este es el cómputo de las expensas para la construcción de la Morada del Testimonio, tal como fue realizado por orden de Moisés y ejecutado por los levitas, bajo la dirección de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. (Exodo 38, 21)

  • el Arca del Testimonio con sus andas y la tapa; (Exodo 39, 35)

  • Allí pondrás el Arca del Testimonio y la protegerás con el velo. (Exodo 40, 3)

  • Delante del Arca del Testimonio pondrás el altar de oro para el incienso, y a la entrada de la Morada colgarás la cortina. (Exodo 40, 5)

  • En seguida tomó las tablas del Testimonio y las puso en el arca; sujetó las andas en el arca, y sobre ella colocó la tapa. (Exodo 40, 20)

  • Entonces condujo el arca hasta el interior de la Morada, colgó el velo que la protegía y así cubrió el Arca del Testimonio, conforme a la orden que el Señor le había dado. (Exodo 40, 21)

  • y pondrá el incienso sobre el fuego delante del Señor, de manera que la nube de incienso envuelva la tapa que está encima del Arca del Testimonio. Así no morirá. (Levítico 16, 13)

  • Aarón deberá prepararla en la Carpa del Encuentro, fuera del velo que está ante el Arca del Testimonio, para que arda regularmente delante del Señor, durante toda la noche. Este es un decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones. (Levítico 24, 3)

  • Tú encomendarás a los levitas el cuidado de la Morada del Testimonio, de sus enseres y de todo lo que está relacionado con ella. Ellos transportarán la Morada y todos sus enseres, se encargarán de su servicio y acamparán alrededor de ella. (Números 1, 50)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina