Talált 44 Eredmények: Sinagoga

  • Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. (Lucas 4, 20)

  • Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron (Lucas 4, 28)

  • En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza: (Lucas 4, 33)

  • Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. (Lucas 4, 38)

  • Otro sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. (Lucas 6, 6)

  • porque ama a nuestra nación y nos ha construido la sinagoga». (Lucas 7, 5)

  • De pronto, se presentó un hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y cayendo a los pies de Jesús, le suplicó que fuera a su casa, (Lucas 8, 41)

  • Todavía estaba hablando, cuando llegó alguien de la casa del jefe de la sinagoga y le dijo: «Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro». (Lucas 8, 49)

  • Un sábado, Jesús enseñaba en una sinagoga. (Lucas 13, 10)

  • Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la multitud: «Los días de trabajo son seis; vengan durante esos días para hacerse curar, y no el sábado». (Lucas 13, 14)

  • Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún. (Juan 6, 59)

  • Sus padres dijeron esto por temor a los judíos, que ya se habían puesto de acuerdo para excluir de la sinagoga al que reconociera a Jesús como Mesías. (Juan 9, 22)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina