Talált 109 Eredmények: Rey Mesa
Luego te recostaste en un lecho suntuoso, ante una mesa servida donde habías puesto mi incienso y mi aceite. (Ezequiel 23, 41)
En mi mesa, ustedes se saciarán de caballos y jinetes, de guerreros valerosos y soldados de todas clases -oráculo del Señor-. (Ezequiel 39, 20)
de un altar de madera, de un metro y medio de altura, uno de largo y uno de ancho. Sus ángulos, su base y sus paredes eran de madera. El hombre me dijo: "Esta es la mesa que está delante del Señor". (Ezequiel 41, 22)
Ellos entrarán en mi Santuario, se acercarán a mi mesa para servirme y se encargarán de mi servicio. (Ezequiel 44, 16)
Los dos reyes, llenos de malas intenciones, se dirán mentiras sentados a la misma mesa; pero no se logrará nada, porque el tiempo fijado todavía está por venir. (Daniel 11, 27)
Ellos estaban seguros de sí mismos, porque habían hecho debajo de la mesa una entrada secreta, por donde penetraban todos los días para llevarse las ofrendas. (Daniel 14, 12)
Apenas abrió la puerta, el rey miró la mesa y exclamó: "Tú eres grande, Bel, y en ti no hay engaño". (Daniel 14, 18)
y lleno de furia mandó arrestar a los sacerdotes, con sus mujeres y sus hijos. Ellos le mostraron entonces la puerta secreta por donde entraban para consumir lo que estaba sobre la mesa. (Daniel 14, 21)
Presentando sobre mi altar un alimento manchado, Y ustedes dicen: "¿En qué te hemos manchado?". Diciendo: "La mesa del Señor es despreciable". (Malaquías 1, 7)
Pero ustedes lo profanan cuando dicen: "La mesa del Señor está manchada, y su alimento es despreciable". (Malaquías 1, 12)
Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos; (Mateo 8, 11)
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. (Mateo 9, 9)