Talált 940 Eredmények: País
Así haré desaparecer la lascivia del país. Todas las mujeres recibirán una lección y no imitarán la mala conducta de ustedes. (Ezequiel 23, 48)
por eso, yo desmantelaré la ladera de Moab, arrasaré de un extremo al otro sus ciudades, las joyas de ese país: Bet Iesimot, Baal Meón y Quiriataim. (Ezequiel 25, 9)
Cambiaré la suerte de Egipto y los haré volver a la tierra de Patrós, su país de origen. Allí serán un reino humilde, (Ezequiel 29, 14)
Cus, Put y Lud, toda esa mezcla de pueblos, y los libios, y los hijos del país de la Alianza, caerán con ellos bajo la espada. (Ezequiel 30, 5)
Él y su pueblo, la más feroz de las naciones, serán llevados para arrasar el país. Desenvainarán sus espadas contra Egipto y llenarán de víctimas el país. (Ezequiel 30, 11)
Convertiré en tierra seca los canales del Nilo y venderé el país a gente malvada. Devastaré el país y todo lo que hay en él por manos de extranjeros. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 30, 12)
Así habla el Señor: Haré desaparecer los ídolos y acabaré con los falsos dioses de Nof. No habrá más un príncipe en Egipto y haré cundir el terror en ese país. (Ezequiel 30, 13)
Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, mientras que al Faraón se le caerán los brazos. Y cuando ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la extienda contra el país de Egipto, se sabrá que yo soy el Señor. (Ezequiel 30, 25)
y gente extranjera, las más feroces de las naciones, lo han talado y arrojado por las montañas. Sus ramas cayeron en todos los valles, y su copa se desgajó en los cauces de todos los ríos del país. Todos los pueblos de la tierra se han apartado de su sombra, y lo han abandonado. (Ezequiel 31, 12)
Oscureceré a causa de ti todos los astros luminosos del cielo, y envolveré a tu país en tinieblas -oráculo del Señor-. (Ezequiel 32, 8)
Y cuando convierta a Egipto en una desolación y el país sea despojado de todo lo que lo llena, cuando hiera a todos los que lo habitan, se sabrá que yo soy el Señor. (Ezequiel 32, 15)
Hijo de hombre, habla a la gente de tu pueblo. Tú les dirás: Si yo hago venir la espada contra un país, la gente de ese país toma a uno de sus hombres y lo pone como centinela; (Ezequiel 33, 2)