Talált 352 Eredmények: Noche

  • El sol ya no será tu luz durante el día, ni la claridad de la luna te alumbrará de noche: el Señor será para ti una luz eterna y tu Dios será tu esplendor. (Isaías 60, 19)

  • Sobre tus murallas, Jerusalén, yo he apostado centinelas: que nunca se queden callados, ni de día ni de noche. Ustedes, los que hacen que el Señor se acuerde, no se tomen descanso, (Isaías 62, 6)

  • Ellos se sientan en los sepulcros y pasan la noche en las grutas, comen carne de cerdo y hay en sus platos un caldo inmundo. (Isaías 65, 4)

  • ¡De pie, subamos de noche, destruyamos sus baluartes! (Jeremías 6, 5)

  • ¡Ojalá mi cabeza se convirtiera en llanto y mis ojos en fuente de lágrimas, para llorar de día y de noche por las víctimas de la hija de mi pueblo! (Jeremías 8, 23)

  • Tú les dirás esta palabra: Que mis ojos se deshagan en lágrimas, día y noche, sin cesar, porque la virgen hija de mi pueblo ha sufrido un gran quebranto, una llaga incurable. (Jeremías 14, 17)

  • Pero yo los arrojaré de esta tierra, a un país que ni ustedes ni sus padres han conocido, y allí servirán a otros dioses día y noche, porque no les tendré compasión. (Jeremías 16, 13)

  • Así habla el Señor, el que puso el sol para alumbrar el día, la luna y las estrellas para iluminar la noche, el que agita el mar y rugen sus olas; su nombre es Señor de los ejércitos: (Jeremías 31, 35)

  • Así habla el Señor: Si ustedes pueden romper mi alianza con el día y mi alianza con la noche, de manera que el día y la noche no aparezcan más a su tiempo, (Jeremías 33, 20)

  • Así habla el Señor: Si yo no establecí mi alianza con el día y con la noche, si no fijé el ordenamiento del cielo y de la tierra, (Jeremías 33, 25)

  • Por eso, así habla el Señor contra Joaquím, rey de Judá: Él no tendrá un descendiente que se siente en el trono de David, y su cadáver será arrojado al calor durante el día y al frío durante la noche. (Jeremías 36, 30)

  • Al ver esto, Sedecías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra huyeron de la ciudad, saliendo de noche por el camino del jardín del rey, por la puerta entre las dos murallas, y tomaron el camino de la Arabá. (Jeremías 39, 4)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina