Talált 443 Eredmények: Libro de Josué
Adonisedec, rey de Jerusalén, se enteró de que Josué se había apoderado de Ai y la había consagrado al exterminio, tratando a Ai y a su rey como antes había tratado a Jericó y a su rey. También se enteró de que los gabaonitas habían hecho las paces con Israel y se le habían sometido. (Josué 10, 1)
"Vengan conmigo y derrotemos a Gabaón, porque ellos han hecho las paces con Josué y con los israelitas". (Josué 10, 4)
Entonces los gabaonitas mandaron decir a Josué, que estaba en el campamento de Guilgal: "No dejes solos a tus servidores. Ven a salvarnos lo antes posible. Ayúdanos, porque todos los reyes amorreos que habitan en la Montaña se han reunido contra nosotros". (Josué 10, 6)
Josué subió desde Guilgal con todos los combatientes y con todos los guerreros valerosos, (Josué 10, 7)
Después de marchar toda la noche desde Guilgal, Josué cayó sobre ellos sorpresivamente. (Josué 10, 9)
Aquella vez, cuando el Señor puso a los amorreos en manos de los israelitas, Josué se dirigió al Señor y exclamó, en presencia de Israel: "Detente, sol, en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Aialón". (Josué 10, 12)
Y el sol se detuvo, y la luna permaneció inmóvil, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿No está eso escrito en el libro del Justo? El sol se mantuvo inmóvil en medio del cielo y dejó de correr hacia el poniente casi un día entero. (Josué 10, 13)
Luego Josué regresó al campamento de Guilgal, acompañado de todo Israel. (Josué 10, 15)
Cuando se notificó a Josué que habían encontrado a los cinco reyes escondidos en esa caverna, (Josué 10, 17)
Y cuando Josué y los israelitas los derrotaron por completo, hasta aniquilarlos -sólo algunos fugitivos habían escapado de ellos y se habían refugiado en las ciudades fortificadas- (Josué 10, 20)
todo el ejército regresó sano y salvo al campamento de Josué, en Maquedá. Nadie había podido causar el menor daño a los israelitas. (Josué 10, 21)
Entonces Josué dijo: "Despejen la abertura de la caverna, hagan salir a esos cinco reyes, y tráiganlos aquí". (Josué 10, 22)