Talált 264 Eredmények: Grande

  • El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el Día del Señor, día grande y terrible. (Joel 3, 4)

  • Pongan mano a la hoz: la mies está madura; vengan a pisar: el lagar está lleno; las cubas desbordan: ¡tan grande es su maldad! (Joel 4, 13)

  • Pasen por Calné y vean, de allí, vayan a Jamat la grande, bajen después a Gat de Filistea. ¿Son ellas más prósperas que estos reinos, y su territorio es más grande que el de ustedes? (Amós 6, 2)

  • Porque el Señor da una orden y bajo sus golpes, la casa grande se derrumba y la pequeña se agrieta. (Amós 6, 11)

  • Pero el Señor envió un fuerte viento sobre el mar, y se desencadenó una tempestad tan grande que el barco estaba a punto de partirse. (Jonás 1, 4)

  • Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del Señor. Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días para recorrerla. (Jonás 3, 3)

  • Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño. (Jonás 3, 5)

  • Él se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor, con la majestad del nombre del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra. (Miqueas 5, 3)

  • El señor es lento para enojarse, pero es grande en poder y no deja a nadie impune. Él camina en la tempestad y el huracán, la nube es el polvo de sus pies. (Nahún 1, 3)

  • La gloria última de esta Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar yo daré la paz -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Ageo 2, 9)

  • Ustedes lo verán con sus ojos y dirán: "¡Grande es el Señor, aún más allá del territorio de Israel!". (Malaquías 1, 5)

  • Pero desde la salida del sol hasta su ocaso, mi Nombre es grande entre las naciones y en todo lugar se presenta a mi Nombre un sacrificio de incienso y una ofrenda pura; porque mi Nombre es grande entre las naciones, dice el Señor de los ejércitos. (Malaquías 1, 11)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina