Talált 1364 Eredmények: Gedeón y los 300 hombres

  • Tampoco hemos ambicionado el reconocimiento de los hombres, ni de ustedes ni de nadie, (I Tesalonicenses 2, 6)

  • Ellos mataron al Señor Jesús y a los profetas, y también nos persiguieron a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres, (I Tesalonicenses 2, 15)

  • Rueguen también para que nos veamos libres de los hombres malvados y perversos, ya que no todos tienen fe. (II Tesalonicenses 3, 2)

  • Ante todo, te recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, (I Timoteo 2, 1)

  • Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, hombre él también, (I Timoteo 2, 5)

  • Por lo tanto, quiero que los hombres oren constantemente, levantando las manos al cielo con recta intención, sin arrebatos ni discusiones. (I Timoteo 2, 8)

  • De la misma manera, los diáconos deben ser hombres respetables, de una sola palabra, moderados en el uso del vino y enemigos de ganancias deshonestas. (I Timoteo 3, 8)

  • Los diáconos deberán ser hombres casados una sola vez, que gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. (I Timoteo 3, 12)

  • Nosotros nos fatigamos y luchamos porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen. (I Timoteo 4, 10)

  • y los conflictos interminables, propios de hombres mentalmente corrompidos y apartados de la verdad, que pretenden hacer de la piedad una fuente de ganancias. (I Timoteo 6, 5)

  • Lo que oíste de mí y está corroborado por numerosos testigos, confíalo a hombres responsables que sean capaces de enseñar a otros. (II Timoteo 2, 2)

  • Porque los hombres serán egoístas, amigos del dinero, jactanciosos, soberbios, difamadores, rebeldes con sus padres, desagradecidos, impíos, (II Timoteo 3, 2)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina