Talált 159 Eredmények: Fuerte

  • Entraron en el Fuerte de Tiro y en todas las ciudades de los jivitas y de los cananeos, y luego partieron para Berseba, en el Négueb de Judá. (II Samuel 24, 7)

  • "Yo me voy por el camino de todo el mundo. Sé fuerte y compórtate como un hombre. (I Reyes 2, 2)

  • Al mediodía, Elías empezó a burlarse de ellos, diciendo: "¡Griten bien fuerte, porque es un dios! Pero estará ocupado, o ausente, o se habrá ido de viaje. A lo mejor está dormido y se despierta". (I Reyes 18, 27)

  • y él envió caballos, carros de guerra y un fuerte destacamento, que llegaron durante la noche y cercaron la ciudad. (II Reyes 6, 14)

  • Desde Laquis, el rey de Asiria envió a Jerusalén, donde estaba Ezequías, al general en jefe, al jefe de los eunucos y al copero mayor, acompañados de una fuerte escolta. Ellos subieron y, al llegar a Jerusalén, se apostaron junto al canal de la piscina superior, sobre la senda del campo del Tintorero. (II Reyes 18, 17)

  • Entonces el copero mayor, puesto de pie, gritó bien fuerte en hebreo: "Escuchen la palabra del gran rey, el rey de Asiria: (II Reyes 18, 28)

  • Si te empeñas por cumplir los decretos y las leyes que el Señor ha ordenado a Moisés para Israel, entonces prosperarás. ¡Sé fuerte y valeroso! ¡No temas ni te acobardes! (I Crónicas 22, 13)

  • Ten presente que el Señor te ha elegido para que le edifiques una Casa como Santuario. ¡Sé fuerte, y manos a la obra!". (I Crónicas 28, 10)

  • David dijo a su hijo Salomón: "¡Sé fuerte y valeroso, y manos a la obra! No temas ni te acobardes, porque el Señor Dios, mi Dios, estará contigo: él no te dejará ni te abandonará hasta que hayas terminado toda la obra necesaria para el servicio de la Casa del Señor. (I Crónicas 28, 20)

  • Pero cuando Roboám consolidó su reino y se hizo fuerte, abandonó la Ley del Señor, y con él todo Israel. (II Crónicas 12, 1)

  • Abías, por el contrario, se hizo cada vez más fuerte. Tuvo catorce mujeres, veintidós hijos y dieciséis hijas. (II Crónicas 13, 21)

  • Entonces Asá invocó al Señor, su Dios, diciendo: "¡Tú solo, Señor, puedes ayudar al débil contra el fuerte! ¡Ayúdanos, Señor, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu Nombre marchamos contra esta inmensa muchedumbre! ¡Señor, tú eres nuestro Dios! ¡Que ningún mortal prevalezca contra ti!". (II Crónicas 14, 10)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina