Talált 82 Eredmények: Esclavos

  • "¡Esos esclavos nos han traicionado! ¡Una mujer hebrea ha cubierto de vergüenza la casa de Nabucodonosor! ¡Miren cómo yace Holofernes, tendido en el suelo y sin cabeza!". (Judit 14, 18)

  • Hijos de jóvenes mujeres los traspasaron, los acribillaron como a esclavos fugitivos: ¡todos perecieron en el combate de mi Señor! (Judit 16, 12)

  • Porque yo y mi pueblo hemos sido entregados al exterminio, a la muerte y a la destrucción. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos y esclavas, me habría callado, ya que esa desgracia no habría perjudicado al rey". (Ester 7, 4)

  • Al enterarse de su llegada, los mercaderes de la región se presentaron en el campamento con mucha plata y oro, y provistos también de cadenas para llevar como esclavos a los israelitas. A ellos se sumó un contingente de Siria y del país de los filisteos. (I Macabeos 3, 41)

  • En sólo tres días hubo ochenta mil víctimas: cuarenta mil fueron muertos y otros tantos vendidos como esclavos. (II Macabeos 5, 14)

  • Por eso envió en seguida un aviso a las ciudades de la costa, invitando a comprar esclavos judíos y prometiendo entregar noventa esclavos por talento, sin imaginarse el castigo que pronto le infligiría el Todopoderoso. (II Macabeos 8, 11)

  • compré esclavos y esclavas, y algunos me nacieron en casa; poseí también ganado en abundancia, más que todos mis predecesores en Jerusalén. (Eclesiastés 2, 7)

  • Yo vi esclavos montados a caballo y príncipes de a pie, como los esclavos. (Eclesiastés 10, 7)

  • Los pueblos los acogerán y los llevarán a su lugar. La casa de Israel los poseerá como esclavos y esclavas, en el suelo del Señor. Así harán cautivos a los que los habían hecho cautivos y dominarán a sus tiranos. (Isaías 14, 2)

  • Todos los jefes y todo el pueblo que habían participado en la alianza, aceptaron dejar en libertad a sus esclavos y esclavas, de manera que ya no los tendrían a su servicio: aceptaron y los dejaron en libertad. (Jeremías 34, 10)

  • Pero después se volvieron atrás e hicieron retornar a los esclavos y esclavas que habían dejado en libertad, y los redujeron de nuevo a la esclavitud. (Jeremías 34, 11)

  • Estamos dominados por esclavos y nadie nos arranca de sus manos. (Lamentaciones 5, 8)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina