Talált 144 Eredmények: Efecto
Moisés, en efecto, escribe acerca de la justicia que proviene de la Ley: El hombre que la practique vivirá por ella. (Romanos 10, 5)
En efecto, si tú fuiste cortado de un olivo silvestre, al que pertenecías naturalmente, y fuiste injertado contra tu condición natural en el olivo bueno, ¡cuánto más ellos podrán ser injertados en su propio olivo, al que pertenecen por naturaleza! (Romanos 11, 24)
En efecto, ustedes antes desobedecieron a Dios, pero ahora, a causa de la desobediencia de ellos, han alcanzado misericordia. (Romanos 11, 30)
Y por eso también, ustedes deben pagar los impuestos: los gobernantes, en efecto, son funcionarios al servicio de Dios encargados de cumplir este oficio. (Romanos 13, 6)
Entonces, ¿con qué derecho juzgas a tu hermano? ¿Por qué lo desprecias? Todos, en efecto, tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios, (Romanos 14, 10)
En efecto, ustedes han sido colmados en él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento, (I Corintios 1, 5)
En efecto, ya que el mundo, con su sabiduría, no reconoció a Dios en las obras que manifiestan su sabiduría, Dios quiso salvar a los que creen por la locura de la predicación. (I Corintios 1, 21)
Porque la sabiduría de este mundo es locura delante de Dios. En efecto, dice la Escritura: Él sorprende a los sabios en su propia astucia, (I Corintios 3, 19)
En efecto, ¿con qué derecho te distingues de los demás? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? (I Corintios 4, 7)
En efecto, siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor número posible. (I Corintios 9, 19)
En efecto, bebían el agua de una roca espiritual que los acompañaba, y esa roca era Cristo. (I Corintios 10, 4)
En efecto, no es el hombre el que procede de la mujer, sino la mujer del hombre; (I Corintios 11, 8)