Talált 39 Eredmények: Conversión de Saulo

  • Bernabé y Saulo, una vez cumplida su misión, volvieron de Jerusalén a Antioquía, llevando consigo a Juan, llamado Marcos. (Hechos 12, 25)

  • En la Iglesia de Antioquía había profetas y doctores, entre los cuales estaban Bernabé y Simeón, llamado el Negro, Lucio de Cirene, Manahén, amigo de infancia del tetrarca Herodes, y Saulo. (Hechos 13, 1)

  • Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: «Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la obra a la cual los he llamado». (Hechos 13, 2)

  • Saulo y Bernabé, enviados por el Espíritu Santo, fueron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre. (Hechos 13, 4)

  • y estaba vinculado al procónsul Sergio Pablo, hombre de gran prudencia. Este hizo llamar a Bernabé y a Saulo, porque deseaba escuchar la Palabra de Dios. (Hechos 13, 7)

  • Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, clavó los ojos en él, (Hechos 13, 9)

  • Los que habían sido enviados por la Iglesia partieron y atravesaron Fenicia y Samaría, contando detalladamente la conversión de los paganos. Esto causó una gran alegría a todos los hermanos. (Hechos 15, 3)

  • Caí en tierra y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?". (Hechos 22, 7)

  • vino a verme y, acercándose a mí, me dijo: "Hermano Saulo, recobra la vista". Y en ese mismo instante, pude verlo. (Hechos 22, 13)

  • Todos caímos en tierra, y yo oí una voz que me decía en hebreo: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Te lastimas al dar coces contra el aguijón". (Hechos 26, 14)

  • Por el contrario, dirigiéndome primero a los habitantes de Damasco, luego a los de Jerusalén y de todo el país de Judea, y finalmente a los paganos, les prediqué que era necesario arrepentirse y convertirse a Dios, manifestando su conversión con obras. (Hechos 26, 20)

  • ¿O desprecias la riqueza de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, sin reconocer que esa bondad te debe llevar a la conversión? (Romanos 2, 4)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina