Talált 9 Eredmények: Carcelero

  • También los prisioneros están en paz, no tienen que oír los gritos del carcelero. (Job 3, 18)

  • Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. (Isaías 9, 3)

  • Después de haberlos golpeado despiadadamente, los encerraron en la prisión, ordenando al carcelero que los vigilara con mucho cuidado. (Hechos 16, 23)

  • Habiendo recibido esta orden, el carcelero los encerró en una celda interior y les sujetó los pies en el cepo. (Hechos 16, 24)

  • El carcelero se despertó sobresaltado y, al ver abiertas las puertas de la prisión, desenvainó su espada con la intención de matarse, creyendo que los prisioneros se habían escapado. (Hechos 16, 27)

  • El carcelero pidió unas antorchas, entró precipitadamente en la celda y, temblando, se echó a los pies de Pablo y de Silas. (Hechos 16, 29)

  • A esa misma hora de la noche, el carcelero los atendió y curó sus llagas. Inmediatamente después, fue bautizado junto con toda su familia. (Hechos 16, 33)

  • Cuando amaneció, los magistrados enviaron a los inspectores para que dijeran al carcelero: «Deja en libertad a esos hombres». (Hechos 16, 35)

  • El carcelero comunicó entonces a Pablo: «Los magistrados me mandan decir que los deje en libertad; por lo tanto, salgan y vayan en paz». (Hechos 16, 36)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina