Talált 27 Eredmények: Baruc

  • Ellos le dijeron: "Siéntate y léelo delante de nosotros". Baruc lo leyó delante de ellos. (Jeremías 36, 15)

  • Luego interrogaron a Baruc, diciendo: "Indícanos cómo has escrito todas estas palabras". (Jeremías 36, 17)

  • Baruc les respondió: "Jeremías me dictaba de viva voz todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el rollo". (Jeremías 36, 18)

  • Los jefes dijeron a Baruc: "Ve y ocúltate, tú lo mismo que Jeremías; que nadie sepa dónde están". (Jeremías 36, 19)

  • Luego el rey ordenó a Ierajmel, hijo del rey, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdel, que apresaran a Baruc, el escriba, y a Jeremías, el profeta. Pero el Señor los mantuvo ocultos. (Jeremías 36, 26)

  • La palabra del Señor llegó a Jeremías, después que el rey quemó el rollo con las palabras que había escrito Baruc bajo el dictado de Jeremías, en estos términos: (Jeremías 36, 27)

  • Entonces Jeremías tomó otro rollo y se lo entregó a Baruc, hijo de Nerías, el escriba. Este escribió en él, bajo el dictado de Jeremías, todas las palabras del rollo que Joaquím, rey de Judá, había quemado en el fuego. Y además, fueron añadidas muchas otras palabras como aquellas. (Jeremías 36, 32)

  • Es Baruc, hijo de Nerías, el que te instiga contra nosotros, a fin de entregarnos en manos de los caldeos, para que ellos nos maten o nos destierren a Babilonia". (Jeremías 43, 3)

  • a los hombres, las mujeres, los niños y las hijas del rey, a todas las personas que Nebuzaradán, comandante de la guardia, había dejado con Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán, y también al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías. (Jeremías 43, 6)

  • Palabra que el profeta Jeremías dirigió a Baruc, hijo de Nerías, cuando él, bajo el dictado de Jeremías, escribía estas palabras en un rollo, en el cuarto año de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá: (Jeremías 45, 1)

  • "Así habla el Señor, el Dios de Israel, acerca de ti, Baruc: (Jeremías 45, 2)

  • Esto es lo que le dirás a Baruc: Así habla el Señor: Lo que había edificado, lo voy a demoler; lo que había plantado, lo voy a arrancar. (Jeremías 45, 4)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina