Talált 35 Eredmények: Arcilla

  • Su corazón no es más que ceniza, su esperanza es más vil que la tierra, y su vida más despreciable que la arcilla. (Sabiduría 15, 10)

  • No levantes una carga demasiado pesada, ni trates con uno más fuerte y más rico que tú: ¿puede el vaso de arcilla juntarse con la olla? Esta lo golpeará y aquel se romperá. (Eclesiástico 13, 2)

  • Como está la arcilla en las manos del alfarero, que dispone de ella según su voluntad, así están los hombres en las manos de su Creador, y él les retribuirá según su decisión. (Eclesiástico 33, 13)

  • con su brazo modela la arcilla y con los pies vence su resistencia; pone todo su empeño en acabar el barnizado y se desvela por limpiar el horno. (Eclesiástico 38, 30)

  • Yo lo suscité desde el Norte, y él vino; desde el Oriente lo llamé por su nombre. Él pisotea a los gobernantes como barro, como un alfarero que pisa la arcilla. (Isaías 41, 25)

  • ¡Ay del que desafía al que lo modela, siendo sólo un tiesto entre los tiestos de la tierra! ¿Acaso la arcilla dice al alfarero: "¿Qué haces?" o "Tu obra no tiene asas"? (Isaías 45, 9)

  • Pero tú, Señor, eres nuestro padre, nosotros somos la arcilla, y tu, nuestro alfarero: ¡todos somos la obra de tus manos! (Isaías 64, 7)

  • Y cuando la vasija que estaba haciendo le salía mal, como suele pasar con la arcilla en manos del alfarero, él volvía a hacer otra, según le parecía mejor. (Jeremías 18, 4)

  • ¿No puedo yo tratarlos a ustedes, casa de Israel, como ese alfarero? -oráculo del Señor-. Sí, como la arcilla en la mano del alfarero, así están ustedes en mi mano, casa de Israel. (Jeremías 18, 6)

  • Así habló el Señor a Jeremías: Ve a comprar un cántaro de arcilla. Luego llevarás contigo a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de los sacerdotes, (Jeremías 19, 1)

  • "Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Toma estas escrituras -la que está sellada y la que está abierta- y mételas en una vasija de arcilla, para que se conserven por mucho tiempo. (Jeremías 32, 14)

  • Los hijos de Sión, tan preciados, valuados a precio de oro fino, ¡cómo son tenidos por vasos de arcilla, obra de las manos de un alfarero! (Lamentaciones 4, 2)


“Na igreja se fala somente com Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina