Talált 160 Eredmények: �Cuál

  • Transmite esta orden a Aarón y a sus hijos: Este es el ritual del holocausto que arde toda la noche sobre el altar, hasta la mañana siguiente, y por el cual el fuego del altar se mantiene encendido: (Levítico 6, 2)

  • Se reservará una unidad de cada clase como ofrenda destinada al Señor, la cual corresponderá al sacerdote que haya derramado la sangre del sacrificio de comunión. (Levítico 7, 14)

  • y presentó la oblación, de la cual extrajo un puñado, que hizo arder sobre el altar, junto con el holocausto de la mañana. (Levítico 9, 17)

  • el cual examinará la afección. Si en la zona afectada el vello se ha puesto blanco, y aquella aparece más hundida que el resto de la piel, es un caso de lepra. El sacerdote, después de haberla observado, deberá declarar impura a esa persona. (Levítico 13, 3)

  • Pero si el oferente es demasiado pobre para pagar la suma establecida, se presentará al sacerdote, el cual fijará un equivalente proporcionado a los recursos del que hace el voto. (Levítico 27, 8)

  • el cual lo tasará. Sea alta o baja, se aceptará la tasación fijada por el sacerdote; (Levítico 27, 12)

  • Si ese hombre no tiene ningún pariente cercano a quien se le pueda restituir, la suma será devuelta al Señor y entregada al sacerdote, además del carnero de la expiación, con el cual se practicará el rito de expiación en favor de esa persona. (Números 5, 8)

  • Y la mujer que fue muerta se llamaba Cozbí, hija de Sur, el cual era jefe de un clan en una tribu madianita. (Números 25, 15)

  • Después de lo cual la tierra abrió sus fauces y los devoró junto con Coré, cuando murió aquel grupo y el fuego devoró a los doscientos cincuenta hombres, para que sirvieran de escarmiento. (Números 26, 10)

  • La esposa de Amrám se llamaba Ioquébed, hija de Leví, la cual nació en Egipto. Los hijos que ella dio a Amrám fueron Aarón, Moisés y Miriam, la hermana de estos. (Números 26, 59)

  • No hagas impuro el país donde vives y en el cual yo habito. Porque yo, el Señor, habito entre los israelitas. (Números 35, 34)

  • -al cual los sidonios llaman Sirión y los amorreos Senir- (Deuteronomio 3, 9)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina