Talált 889 Eredmények: vida sabia

  • El rico no dará más de medio siclo ni el pobre dará menos, pues es una contribución para Yavé, para rescate de su vida. (Exodo 30, 15)

  • Cuando Moisés bajó del monte Sinaí, tenía en las manos las dos tablas de las Declaraciones divinas donde estaban escritas las leyes de la Alianza, y no sabía que la piel de su cara se había vuelto radiante, por haber hablado con Yavé. (Exodo 34, 29)

  • El que hiera de muerte a un animal pagará con otro; vida por vida. (Levítico 24, 18)

  • Diles: Tan cierto como que Yavé es vivo que les voy a tomar la palabra, y así como ustedes acaban de decirlo a mis oídos, sus cadáveres caerán en este desierto. Ustedes se lo han ido toda la vida murmurando contra mí: pues bien, todos los que fueron censados de los veinte años para arriba, (Números 14, 28)

  • Lo dejaron preso mientras tanto, porque no se sabía lo que se haría con él. (Números 15, 34)

  • Efectivamente los Israelitas lo masacraron junto con sus hijos y todo su pueblo, a tal punto que nadie quedó con vida, y se instalaron en su territorio. (Números 21, 35)

  • La burra me vio y trató de esquivarme tres veces. Si no me hubiera esquivado, te habría dado muerte al instante y a ella la habría dejado con vida". (Números 22, 33)

  • Balaam le dijo al ángel de Yavé: "A lo mejor pequé, pero no sabía que tú estabas impidiéndome el paso. Si esto no te gusta, me vuelvo a mi casa". (Números 22, 34)

  • Moisés les dijo: «¿Así, pues, han dejado con vida a las mujeres? (Números 31, 15)

  • Pero dejen con vida y tomen para ustedes todas las niñas que todavía no han tenido relaciones. (Números 31, 18)

  • En ese tiempo tomamos todas sus ciudades y las consagramos en anatema, matando a sus habitantes, hombres, mujeres y niños, sin perdonar vida alguna, (Deuteronomio 2, 34)

  • Y Yavé entregó en nuestras manos a Og, rey de Basán, con todo su pueblo; los derrotamos en tal forma que no quedó nadie con vida. (Deuteronomio 3, 3)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina