Talált 2148 Eredmények: ven
El servidor le respondió: «Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿tendré que llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?» (Génesis 24, 5)
La joven era muy bella y aún virgen, pues no había tenido contacto con ningún hombre. Bajó a la fuente, llenó el cántaro y subió. (Génesis 24, 16)
Cuando acabaron de beber los camellos, él sacó un anillo de oro de seis gramos y se lo puso a la joven en las narices. Luego tomó para sus brazos dos brazaletes de oro de unos sesenta gramos,. (Génesis 24, 22)
Mientras tanto la joven corrió y contó a la casa de su madre todo lo sucedido. (Génesis 24, 28)
Y le dijo: «¡Oh bendito de Yavé! ¿Por qué te quedas afuera? Ven. He despejado un sitio en la casa y hay cabida para tus camellos.» (Génesis 24, 31)
Me voy a quedar parado al lado de la fuente, y cuando llegue alguna joven a sacar agua, le diré: ´Dame un poco de agua de tu cántaro´. (Génesis 24, 43)
Entonces el hermano y la madre de Rebeca contestaron: «Que la joven se quede todavía algunos días más con nosotros y después se irá.» (Génesis 24, 55)
Ellos le dijeron: «Llamemos entonces a la joven y pidámosle su parecer.» (Génesis 24, 57)
Jacob le dijo: «Me vendes, pues, ahora mismo tus derechos de primogénito.» (Génesis 25, 31)
Jacob insistió: «Júramelo ahora mismo.» Y lo juró, vendiéndole sus derechos. (Génesis 25, 33)
Llevaba ya bastante tiempo allí, cuando Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, sorprendió a Isaac acariciando a Rebeca. (Génesis 26, 8)
Isaac respondió: «Tu hermano ha venido, me ha engañado y se ha tomado tu bendición.» (Génesis 27, 35)