Talált 405 Eredmények: tres visitantes
y le dijeron: «Señor, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando aún vivía: Después de tres días resucitaré. (Evangelio según San Mateo 27, 63)
«Siento compasión por esta gente, pues hace ya tres días que están conmigo y no tienen nada para comer. (Evangelio según San Marcos 8, 2)
Luego comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los notables, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, que sería condenado a muerte y resucitaría a los tres días. (Evangelio según San Marcos 8, 31)
Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» (Evangelio según San Marcos 9, 5)
porque iba enseñando a sus discípulos. Y les decía: «El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo harán morir, pero tres días después de su muerte resucitará.» (Evangelio según San Marcos 9, 31)
que se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán. Pero tres días después resucitará.» (Evangelio según San Marcos 10, 34)
Jesús le contestó: «En verdad te digo que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante por segunda vez, me habrás negado tres veces.» (Evangelio según San Marcos 14, 30)
«Nosotros le hemos oído decir: Yo destruiré este Templo hecho por la mano del hombre, y en tres días construiré otro no hecho por hombres.» (Evangelio según San Marcos 14, 58)
En ese momento se escuchó el segundo canto del gallo. Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres», y se puso a llorar. (Evangelio según San Marcos 14, 72)
Los que pasaban lo insultaban; le decían, moviendo la cabeza: «Tú, que destruyes el Templo y lo levantas de nuevo en tres días, (Evangelio según San Marcos 15, 29)
Llegado el mediodía, la oscuridad cubrió todo el país hasta las tres de la tarde, (Evangelio según San Marcos 15, 33)
María se quedó unos tres meses con Isabel, y después volvió a su casa. (Evangelio según San Lucas 1, 56)