Talált 12 Eredmények: traen

  • Ellos se asustaron porque los llevaban a la casa de José, y comentaban entre sí: «Seguramente nos traen aquí a causa del dinero que nos fue devuelto la primera vez. Nos están preparando una trampa y nos van a asaltar; nos tomarán como esclavos y se apoderarán de nuestros burros.» (Génesis 43, 18)

  • Entren en tus entrañas las aguas que traen la maldición, haciendo que se pudran tus muslos y reviente tu vientre.» Y la mujer responderá: ¡Así sea, así sea! (Números 5, 22)

  • Y dará a beber a la mujer estas aguas que traen la maldición. (Números 5, 24)

  • Cuando volvieron donde sus hermanos, éstos les preguntaron: «¿Qué noticias traen?» (Jueces 18, 8)

  • Ustedes tal vez no son más que charlatanes, y me traen remedios ilusorios. (Job 13, 4)

  • Las palabras del insensato le traen la reprensión, lo que dice el sabio trabaja por él. (Proverbios 14, 3)

  • El creó todas las cosas para que existan; las especies que aparecen en la naturaleza son medicinales, y no traen veneno ni muerte. La tierra no está sometida a la muerte, (Sabiduría 1, 14)

  • y de todos los pueblos traerán a todos tus hermanos dispersos como una ofrenda a Yavé, a caballo, en carro, en carretas, a lomo de mula o de camello. Me los traerán a mi cerro santo en Jerusalén, igual que los hijos de Israel me traen sus regalos para el templo de Yavé en vasos puros. (Isaías 66, 20)

  • Cuando ustedes traen para sacrificarla una bestia ciega, o cuando presentan una coja o enferma, ¿creen que actúan bien? Llévasela al gobernador a ver si queda contento o si te recibe bien, dice Yavé de los ejércitos. (Malaquías 1, 8)

  • Si en ella vive un hombre de paz, recibirá la paz que ustedes le traen; de lo contrario, la bendición volverá a ustedes. (Evangelio según San Lucas 10, 6)

  • Y ¿cómo lo proclamarán si no son enviados? Como dice la Escritura: Qué bueno es ver los pasos de los que traen buenas noticias. (Carta a los Romanos 10, 15)

  • Cuando ustedes celebran sus comidas fraternales, ellos lo echan todo a perder. Comen como sinvergüenzas sin otra preocupación que la de su propio estómago. Son como nubes llevadas por el viento y que nunca traen la lluvia, como árboles de fines de otoño en los que no se encuentran frutos, dos veces muertos. (Carta de Judas 1, 12)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina