Talált 139 Eredmények: trabajo

  • Atenta a las actividades de su mundo, no es de aquellas que comen sin trabajo. (Proverbios 31, 27)

  • Reconózcanle el trabajo de sus manos: un público homenaje merecen sus obras". (Proverbios 31, 31)

  • Todo lo que mis ojos deseaban, me lo concedí; no hubo placer del cual me haya privado, pues encontraba mi alegría en todo lo que hacía. Así al menos recogía el fruto de mi trabajo. (Eclesiastés (Qohelet) 2, 10)

  • Si uno puede comer y beber, si encuentra la felicidad en su trabajo, eso es un don de Dios. (Eclesiastés (Qohelet) 3, 13)

  • Si miro todo el trabajo que los hombres se dan, toda la carrera tras el éxito, eso no es más que envidia del uno para el otro. ¡Todo eso es insensato, se corre tras el viento! (Eclesiastés (Qohelet) 4, 4)

  • Más vale estar de a dos que solo: el trabajo rendirá más. (Eclesiastés (Qohelet) 4, 9)

  • Cuando un hombre ha recibido de Dios posesiones y riquezas; cuando puede comer, gozar y disfrutar de su trabajo, todo eso es un don de Dios. (Eclesiastés (Qohelet) 5, 18)

  • Todo el trabajo del hombre es por su boca, pero esto no basta para llenar su alma. (Eclesiastés (Qohelet) 6, 7)

  • ¡Viva la alegría!, pues la única felicidad para el hombre bajo el sol es comer y beber y regocijarse: esto le toca por su trabajo a lo largo de los contados días que Dios le concedió vivir bajo el sol. (Eclesiastés (Qohelet) 8, 15)

  • ¿Aman ustedes la rectitud? Sepan que todas las virtudes son fruto de su trabajo; ella enseña la prudencia y la inteligencia, la justicia y el valor; nada hay en la vida que sea más útil a los hombres. (Sabiduría 8, 7)

  • Para obtener ganancias, para su trabajo, para su arte, recurre a una estatua cuyas manos no tienen la menor habilidad. (Sabiduría 13, 19)

  • Con la misma arcilla elabora la estatua de un dios falso: ¡cuánto trabajo perdido por un hombre justamente salido de la tierra y que dentro de poco volverá a ella cuando le pidan de nuevo su alma! (Sabiduría 15, 8)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina