Talált 22 Eredmények: terreno
cuatrocientas monedas de plata por un terreno, ¿no sería lo justo para ambos? Pues bien, sepulta a tu difunta.» (Génesis 23, 15)
Josué hizo salir secretamente desde Setim a dos exploradores con la siguiente orden: «Vayan y observen bien el terreno y la ciudad de Jericó.» Los exploradores fueron y tan pronto llegaron a Jericó se hospedaron en casa de una prostituta llamada Rahab. (Josué 2, 1)
Los hijos de Benjamín, distribuidos por familias, fueron los primeros favorecidos por la suerte, con una parte del terreno situado entre los hijos de Judá y los hijos de José. (Josué 18, 11)
Los benjaminitas se vieron derrotados, pero los hombres de Israel habían cedido terreno a Benjamín porque contaban con la emboscada que pusieron contra Guibea. (Jueces 20, 36)
él se mantuvo firme y atacó a los filisteos hasta que su mano se cansó y le quedó pegada a la espada. Aquel día Yavé consiguió una gran victoria. Los otros combatientes volvieron al terreno detrás de Eleazar, pero solamente para tomar los despojos. (2 Samuel 23, 10)
Derribaron el altar y demolieron el templo, que ha pasado a ser un terreno para tirar la basura, hasta el día de hoy. (2 Reyes 10, 27)
El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada cual en su trono, vestidos de gala, en el terreno que hay a la entrada de la puerta de Samaria, mientras que todos los profetas profetizaban delante de ellos. (2 Crónicas 18, 9)
Al fin fue Ozías a descansar con sus padres, y lo sepultaron en el terreno donde está el sepulcro de los reyes, porque decían: «Es un leproso.» En su lugar reinó su hijo Jotam. (2 Crónicas 26, 23)
Mis pies pisan en terreno llano, bendeciré al Señor en las asambleas. (Salmos 26, 12)
Delante de ella despejaste el terreno, echó raíces y repletó el país. (Salmos 80, 10)
Enséñame a que haga tu voluntad ya que tú eres mi Dios; que tu buen espíritu me guíe por un terreno plano. (Salmos 143, 10)
Las vegas de Nimrín son ahora un terreno abandonado, pues se secó la hierba, desapareció el pasto y se acabó el verdor. (Isaías 15, 6)