Talált 407 Eredmények: templo judío

  • La caballería se dispersó por la llanura y los fugitivos llegaron a Azoto, entrando en el templo de Dagón, su ídolo, para salvar su vida. (1 Macabeos 10, 83)

  • Pero Jonatán incendió Azoto y los pueblos cercanos apoderándose de sus despojos. Quemó también el templo de Dagón con todos los que se habían refugiado en él. (1 Macabeos 10, 84)

  • Cuando se acercó a Azoto, le mostraron el templo de Dagón incendiado, Azoto y sus alrededores destruidos, los cadáveres abandonados y los restos calcinados de todos aquellos que Jonatán hizo perecer en la guerra, pues los habían dispuesto en montones a lo largo del recorrido del rey. (1 Macabeos 11, 4)

  • Allí reunió al pueblo y lo animó con este discurso: «Todos conocen lo que yo, mis hermanos y la familia de mi padre hemos hecho por las leyes y el Templo; como también, las guerras y las angustias que hemos soportado. (1 Macabeos 13, 3)

  • Los de la fortaleza, en Jerusalén, ya no podían salir de ella ni entrar al territorio judío para comprar o vender, y pasaron mucha escasez, muriendo de hambre muchos de ellos. (1 Macabeos 13, 49)

  • Fortificó el cerro del Templo, al lado de la fortaleza militar, y allí habitó con los suyos. (1 Macabeos 13, 53)

  • Devolvió al templo su esplendor y aumentó el número de los vasos sagrados. (1 Macabeos 14, 15)

  • En las frecuentes guerras libradas en nuestro país, Simón, hijo de Matatías, sacerdote de la familia de Joarib, y sus hermanos, han arriesgado sus vidas y se han levantado contra los enemigos de su nación para mantener el Templo y la Ley, conquistando gloria eterna para su nación. (1 Macabeos 14, 29)

  • En su tiempo, los judíos consiguieron arrojar a los paganos de la provincia, especialmente a los de la ciudad de David, Jerusalén, donde habían construido una fortaleza de la que salían para profanar los límites del templo, causando graves ofensas a su santidad. (1 Macabeos 14, 36)

  • y que se depositaran copias en el Tesoro del Templo para que estuvieran a disposición de Simón y de sus hijos. (1 Macabeos 14, 49)

  • y cuando haya tomado posesión de mi reino, te llenaré de honores a ti, a tu nación y al Templo, de modo que sean famosos por toda la tierra.» (1 Macabeos 15, 9)

  • A nosotros nos han llegado mensajeros de los judíos, nuestros amigos y aliados, mandados por el sumo sacerdote Simón y por el pueblo judío, para renovar la amistad y alianza de siempre. (1 Macabeos 15, 17)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina