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  • Sométanse, pues, a Dios; resistan al diablo y huirá de ustedes; (Carta de Santiago 4, 7)

  • Pero ustedes no saben lo que será el mañana. ¿Estarán con vida todavía? Pues no son más que humo que se ve por unos instantes y luego se disipa. (Carta de Santiago 4, 14)

  • Pero no, están seguros de sí mismos y esa manera de jactarse es mala. (Carta de Santiago 4, 16)

  • Fíjense que llamamos felices a aquellos que fueron capaces de perseverar. Han oído hablar de la constancia de Job y saben lo que al final el Señor hizo por él, pues el Señor es compasivo y misericordioso. (Carta de Santiago 5, 11)

  • Otro punto muy importante, hermanos: no juren, ni por el cielo, ni por la tierra, ni de ninguna otra forma. Que su sí sea sí, y su no, no; de otro modo serían reprensibles. (Carta de Santiago 5, 12)

  • Por tanto, tengan listo su espíritu y estén alerta, poniendo toda su esperanza en esta gracia que será para ustedes la venida gloriosa de Cristo Jesús. (1º Carta de Pedro 1, 13)

  • piedra en la que la gente tropieza y roca que hace caer. Cuando se niegan a creer en la palabra, están tropezando con aquello en lo que debían afirmarse. (1º Carta de Pedro 2, 8)

  • Lleven una vida ejemplar en medio de los que no conocen a Dios; de este modo, esos mismos que los calumnian y los tratan de malhechores, notarán sus buenas obras y darán gloria a Dios el día en que los visite. (1º Carta de Pedro 2, 12)

  • Sométanse a toda autoridad humana por causa del Señor: al rey, porque tiene el mando; (1º Carta de Pedro 2, 13)

  • Porque ahí está el mérito, en que soportan malos tratos sin haberlo merecido, habiendo actuado a conciencia y por Dios. (1º Carta de Pedro 2, 19)

  • No se preocupen tanto por lucir peinados rebuscados, collares de oro y vestidos lujosos, todas cosas exteriores, (1º Carta de Pedro 3, 3)

  • Finalmente, tengan todos un mismo sentir, compartan las preocupaciones de los demás con amor fraterno, sean compasivos y humildes. (1º Carta de Pedro 3, 8)


“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina