Talált 583 Eredmények: siempre

  • Yavé te pondrá a la cabeza de los pueblos y no a la cola; siempre estarás encima y nunca debajo si cumples los mandamientos de Yavé, tu Dios, que yo hoy te prescribo, guardándolos y poniéndolos en práctica, (Deuteronomio 28, 13)

  • Andarás a tientas en pleno mediodía, como anda el ciego en la oscuridad, y fracasarás en tus empresas. Siempre serás un hombre oprimido y despojado, sin que nadie salga en tu defensa. (Deuteronomio 28, 29)

  • Se apegarán a ti y a tus descendientes para siempre y serán una señal asombrosa a la vista de todos. (Deuteronomio 28, 46)

  • Las cosas secretas pertenecen a Yavé, nuestro Dios, pero las que nos dio a conocer nos comprometen, a nosotros y nuestros hijos para siempre, y tenemos que poner en práctica todas las disposiciones de esta Ley. (Deuteronomio 29, 28)

  • Sí, yo alzo al cielo mi mano y digo: «Tan cierto como vivo yo para siempre, (Deuteronomio 32, 40)

  • El Dios eterno es tu refugio, te protegen sus brazos para siempre. Arroja ante ti al enemigo y te dice: Acaba con él. (Deuteronomio 33, 27)

  • Los hombres respondieron: «Siempre que ustedes no descubran nuestro propósito, te devolveremos vida por vida cuando Yavé nos entregue este país, y actuaremos contigo con generosidad y con lealtad.» (Josué 2, 14)

  • Cuando el Arca de Yavé iba atravesando el Jordán, las aguas se dividieron ante ella. Así estas piedras servirán de memorial a los israelitas para siempre.» (Josué 4, 7)

  • Esto ha sucedido para que los pueblos de este país conozcan el poder de Yavé, nuestro Dios, y para que ustedes mismos lo teman siempre.» (Josué 4, 24)

  • En adelante serán malditos y siempre permanecerán como cortadores de leña y acarreadores de agua para la Casa de mi Dios.» (Josué 9, 23)

  • Aquel día Moisés hizo este juramento: Por haber sido fiel a Yavé, mi Dios, la tierra que pisaron tus pies será tuya y de tus descendientes para siempre. (Josué 14, 9)

  • «¡Pero si el dueño de esos campos es Booz! ¡Bendito sea Yavé, que siempre se muestra tan bueno con los vivos y los muertos! Ese hombre es pariente nuestro; a él, entre otros, le corresponde rescatarnos.» (Rut 2, 20)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina