Talált 66 Eredmények: seres vivientes

  • Los seres iban adonde el Espíritu quería, y las ruedas también iban allá porque el espíritu que estaba en los seres estaba también en las ruedas. (Ezequiel 1, 20)

  • Por encima de los seres se veía una como plataforma de cristal resplandeciente; (Ezequiel 1, 22)

  • Oí el batir de las alas de los seres unas contra otras, oí también el ruido de las ruedas: todo era un enorme estruendo. (Ezequiel 3, 13)

  • Cuando los querubines se detenían, las ruedas se detenían junto con ellos, porque el espíritu de estos seres estaba en ellas. (Ezequiel 10, 17)

  • Eran los mismos seres que había visto debajo del Dios de Israel junto al río Quebar, y reconocí que eran querubines. (Ezequiel 10, 20)

  • Su ramaje era hermoso y su fruto abundante, había en él comida para todos, a su sombra se protegían los animales del campo, en sus ramas anidaban los pájaros del cielo y todos los seres vivos se alimentaban de él (Daniel 4, 9)

  • De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: (Evangelio según San Lucas 2, 13)

  • Cambiaron la verdad de Dios por la mentira. Adoraron y sirvieron a seres creados en lugar del Creador, que es bendecido por todos los siglos: ¡Amén! (Carta a los Romanos 1, 25)

  • Habrá sufrimientos y angustias para todos los seres humanos que hayan hecho el mal, en primer lugar para el judío, y también para el griego. (Carta a los Romanos 2, 9)

  • cuando suene la última trompeta. Será cosa de un instante, de un abrir y cerrar de ojos. Al toque de la trompeta los muertos resucitarán como seres inmortales, y nosotros también seremos transformados. (1º Carta a los Corintios 15, 52)

  • Pues Dios quiso reunir en él,cuando llegara la plenitud de los tiempos,tanto a los seres celestiales como a los terrenales. (Carta a los Efesios 1, 10)

  • Pretenden conocer a Dios, pero lo niegan con su modo de actuar; son seres rebeldes que Dios no puede soportar y no sirven para ninguna obra buena. (Carta a Tito 1, 16)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina