Talált 50 Eredmények: resumen de la torre de babel

  • ¡Baja y siéntate en el suelo, virgen hija de Babel! No más trono: Siéntate en la tierra, hija de los caldeos. Ya no te llamarán más delicada y tierna. (Isaías 47, 1)

  • Se acerca el tiempo, dice Yavé, en que la ciudad de Yavé será reconstruida desde la torre de Jananeel hasta la puerta del Angulo. (Jeremías 31, 38)

  • He decidido entregar a Jerusalén en manos del rey de Babel.» (Jeremías 38, 3)

  • Y Jeremías transmitió al rey esta palabra de Yavé: «Si te entregas a los generales del rey de Babel, salvarás tu vida y esta ciudad no será quemada; vivirás tú y los tuyos. (Jeremías 38, 17)

  • Pero le devolveré a Babel y a todos los caldeos en presencia de ustedes, dice Yavé, todo el mal que hicieron a Sión. Ya vengo a ti, cerro destructor, que arruinabas la faz de la tierra. (Jeremías 51, 24)

  • Luego le pondrás sitio, construirás una torre de asalto, harás terraplenes, establecerás en su derredor campamentos y por todo su alrededor dispondrás máquinas para el sitio. (Ezequiel 4, 2)

  • Y tú, Sión, torre de donde se vigila el rebaño, recuperarás la antigua soberanía, la autoridad real sobre todo Israel. (Miqueas 4, 8)

  • Me ubicaré en mi torre de vigía y me pondré de pie sobre mi almena para ver si diviso su respuesta, lo que él va a contestar a mi pregunta. (Habacuc 2, 1)

  • El país entero se transformará en una planicie, desde Gueba, en el norte, hasta Rimón, en el Negueb. Jerusalén, en cambio, sera alzada en su mismo lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la antigua puerta; es decir, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Jananeel hasta los lagares del rey. (Zacarías 14, 10)

  • Escuchen este otro ejemplo: Había un propietario que plantó una viña. La rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar y levantó una torre para vigilarla. Después la alquiló a unos labradores y se marchó a un país lejano. (Evangelio según San Mateo 21, 33)

  • Y aquellas dieciocho personas que quedaron aplastadas cuando la torre de Siloé se derrumbó, ¿creen ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? (Evangelio según San Lucas 13, 4)

  • ¡Gracias sean dadas a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En resumen: por mi conciencia me someto a la Ley de Dios, mientras que por la carne sirvo a la ley del pecado. (Carta a los Romanos 7, 25)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina