Talált 525 Eredmények: respeto a los padres

  • cuando llegue el año del jubileo para los hijos de Israel, la herencia de ellas se añadirá a la de la tribu a la que van a pertenecer y se restará de la herencia de la tribu de nuestros padres.» (Números 36, 4)

  • Con eso la herencia de los israelitas no pasará de una tribu a otra, sino que cada uno estará vinculado a la herencia de la tribu de sus padres. (Números 36, 7)

  • Toda hija que tenga una herencia en una de las tribus de Israel se casará con uno de la tribu de su padre. Con eso cada uno de los israelitas conservará la herencia de sus padres; (Números 36, 8)

  • Miren: ésta es la tierra que les he reservado; vayan y tomen posesión de la tierra que Yavé juró dar a sus padres, Abrahán, Isaac y Jacob y a todos sus descendientes. (Deuteronomio 1, 8)

  • ¡Yavé, Dios de sus padres, los haga crecer mil veces más y los bendiga como se lo prometió! (Deuteronomio 1, 11)

  • Mira, Israel, Yavé pone a tu disposición todo este territorio; sube, pues, y toma posesión de él como Yavé, el Dios de tus padres te ha dicho. No tengas miedo ni te desanimes . (Deuteronomio 1, 21)

  • Ningún hombre de esta generación perversa verá la espléndida tierra que yo juré dar a sus padres, (Deuteronomio 1, 35)

  • Y ahora, Israel, escucha las normas y los mandamientos que yo te enseño, para que los pongas en práctica. Así vivirás, y entrarás al país que te da Yavé, Dios de tus padres, y tomarás posesión de él. (Deuteronomio 4, 1)

  • Pues Yavé, tu Dios, es un Dios misericordioso, que no te rechaza ni te destruye del todo, ni olvida la Alianza que juró a tus padres. (Deuteronomio 4, 31)

  • y quedaste con vida. Porque amaba a tus padres, eligió a su descendencia después de ellos; él mismo vino a sacarte de Egipto con mucho poder. (Deuteronomio 4, 37)

  • Pues su alianza, no la tiene pactada con nuestros padres, sino más bien con nosotros que hoy estamos aquí todos vivos. (Deuteronomio 5, 3)

  • Ante ellas no te hincarás ni les rendirás culto; porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian. (Deuteronomio 5, 9)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina