Talált 638 Eredmények: reino de los cielos

  • Porque el Reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder. (1º Carta a los Corintios 4, 20)

  • ¿No saben acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se engañen: ni los que tienen relaciones sexuales prohibidas, ni los que adoran a los ídolos, ni los adúlteros, ni los homosexuales y los que sólo buscan el placer, (1º Carta a los Corintios 6, 9)

  • ni los ladrones, ni los que no tienen nunca bastante, ni los borrachos, ni los chismosos, ni los que se aprovechan de los demás heredarán el Reino de Dios. (1º Carta a los Corintios 6, 10)

  • Luego llegará el fin. Cristo entregará a Dios Padre el Reino después de haber desarmado todas las estructuras, autoridades y fuerzas del universo. (1º Carta a los Corintios 15, 24)

  • Entiéndanme bien, hermanos: lo que es carne y sangre no puede entrar en el Reino de Dios. En la vida que nunca terminará no hay lugar para las fuerzas de descomposición. (1º Carta a los Corintios 15, 50)

  • Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos. (2º Carta a los Corintios 5, 1)

  • y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he dicho, y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. (Carta a los Gálatas 5, 21)

  • El mismo que bajó, subió después por encima de todos los cielos para llenarlo todo. (Carta a los Efesios 4, 10)

  • Sépanlo bien: ni el corrompido, ni el impuro, ni el que se apega al dinero, que es servir a un dios falso, tendrán parte en el reino de Cristo y de Dios. (Carta a los Efesios 5, 5)

  • para que al Nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y entre los muertos, (Carta a los Filipenses 2, 10)

  • Y que den gracias al Padre que nos preparó para recibir nuestra parte en la herencia reservada a los santos en su reino de luz. (Carta a los Colosenses 1, 12)

  • El nos arrancó del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo amado. (Carta a los Colosenses 1, 13)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina