Talált 75 Eredmények: reina de Sabá

  • y aquella joven que más le guste al rey reemplazará a la reina Vasti.» (Ester 2, 5)

  • Apenas la divisó el rey se enamoró de ella, pues le gustó más que todas las otras jóvenes, y como muestra de su cariño puso sobre su cabeza la corona real, coronándola por reina en vez de Vasti. (Ester 2, 17)

  • Mardoqueo informó de ello a la reina Ester y ésta, a su vez, se lo contó al rey como si fuese un recado de Mardoqueo. Hechas las averiguaciones del caso, se comprobó que era cierta la denuncia. (Ester 2, 22)

  • En respuesta, la reina envió esta nota a Mardoqueo: (Ester 4, 10)

  • Muy por el contrario, pues si tú persistes en no hablar ahora que puedes hacerlo, ya llegarán por otro lado a los judíos su salvación y liberación, y en cambio morirás tú con toda tu familia. Quién sabe si, tal vez, en vista de una circunstancia como ésta, tú llegaste a ser reina» (Ester 4, 14)

  • «¿Qué te pasa, reina Ester?», le preguntó él, un momento después. «Dime, ¿qué deseas? Pues aunque sea la mitad de mi reino, te la daré.» Ella le dijo: (Ester 5, 3)

  • «Y fíjense, prosiguió, que acabo de asistir a un banquete que la reina Ester nos ofreció al rey y a mí, y que para mañana incluso nos convidó a otra cena. (Ester 5, 12)

  • «Dime, reina Ester, ¿qué es lo que deseas para que te lo conceda? ¡No temas decírmelo, pues aunque sea la mitad de mi reino, te la daré!» (Ester 7, 2)

  • La reina, entonces, le dijo: «Si realmente me quieres, ¡oh rey!, y no lo tomas a mal, perdóname mi vida y la de mi pueblo. (Ester 7, 3)

  • Cuando regresó el rey del jardín, vio que Amán estaba inclinado sobre el sofá donde descansaba Ester. «¡¿Y todavía te atreves a violentar a la reina en mi propio palacio?!», gritó. Y a una orden suya le echaron a Amán un paño sobre la cabeza. (Ester 7, 8)

  • Cuando supo Asuero el número de víctimas en Susa, dijo a la reina: (Ester 9, 11)

  • Ester, con su autoridad de reina, estampó su firma en esta segunda carta para que tuviera más valor. (Ester 9, 29)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina