Talált 113 Eredmények: redimir el honor

  • Salomón reinó en un período de paz y Dios le ahorró cualquier preocupación en sus fronteras, porque tenía que levantar un Templo en honor de su Nombre y prepararle un Santuario por los siglos. (Sirácides (Eclesiástico) 47, 13)

  • «¿Por qué tantos sacrificios en mi honor? -dice Yavé. Ya estoy saciado de sus animales, de la grasa de sus terneros. No me agrada la sangre de sus novillos, de sus corderos y chivos. (Isaías 1, 11)

  • Todos los reyes de las naciones reposan con honor, cada uno en su tumba, (Isaías 14, 18)

  • Ahora bien, así es como será pagada la falta de Jacob, como será expiado su pecado: tendrá que hacer pedazos sus altares y moler sus piedras como se hace polvo la piedra de cal, y no levantar más postes sagrados o monumentos de piedra en honor al sol. (Isaías 27, 9)

  • ¡Yo soy Yavé! ¡Ese es mi Nombre!, no daré mi gloria a otros ni mi honor a los ídolos. (Isaías 42, 8)

  • a todos aquellos que llevan mi apellido y que yo he creado y formado en honor mío». (Isaías 43, 7)

  • Pero por amor de mi Nombre contuve mi enojo y por mi honor me reprimí y no te hice pedazos. (Isaías 48, 9)

  • No habrá sino buenos en tu pueblo y siempre poseerán mi tierra. Serán el brote nuevo que Yavé hizo crecer y la obra que mis manos hicieron en honor mío. (Isaías 60, 21)

  • ni lo dejen tranquilo, hasta que restaure a Jerusalén y la ponga en un trono de honor en medio de la tierra. (Isaías 62, 7)

  • Los hijos amontonan la leña, los padres encienden el fuego y las mujeres amasan para hacer tortas a la reina del cielo. Y luego derraman vino en honor de dioses extranjeros, para así ofenderme. (Jeremías 7, 18)

  • No nos desprecies más, por el honor de tu Nombre; no profanes más el trono de tu Gloria y no olvides tu alianza con nosotros. (Jeremías 14, 21)

  • los caldeos, que están atacando a esta ciudad, entrarán y le prenderán fuego; arderán todas las casas en cuyas terrazas se quemó incienso a Baal y se derramó vino en honor de otros dioses, para provocarme. (Jeremías 32, 29)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina