Talált 37 Eredmények: quinto

  • También los romanos les enviaron una carta con el siguiente contenido: «Quinto Memmio y Tito Mnaio, enviados de los romanos, saludan al pueblo judío. (2 Macabeos 11, 34)

  • Era el principio del reinado de Sedecías, rey de Judá. El mes quinto del cuarto año, el profeta Ananías, que era de Gabaón, se dirigió a mí delante de los sacerdotes y de toda la gente, mientras estaba en la Casa de Yavé. Me dijo: (Jeremías 28, 1)

  • En el año quinto de Joaquim, rey de Judá, en el mes noveno, convocaron para un ayuno a toda la gente de Jerusalén y de las ciudades de Judá, y éstos vinieron a Jerusalén. (Jeremías 36, 9)

  • El día diez del quinto mes, era el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, Nebuzardán, comandante de la guardia y uno de los acompañantes más cercanos del rey de Babilonia, hizo su entrada en Jerusalén. (Jeremías 52, 12)

  • Lo escribió en Babilonia el año quinto, el día siete del mes, desde que los caldeos se apoderaron de Jerusalén y la incendiaron. (Baruc 1, 2)

  • El año treinta, el día quinto del cuarto mes, encontrándome entre los desterrados, a orillas del río Quebar, se abrió el cielo y contemplé visiones divinas. (Ezequiel 1, 1)

  • El día quinto del mes, el año quinto de la deportación del rey Joaquín, (Ezequiel 1, 2)

  • El año sexto, el día quinto del sexto mes, estaba sentado en mi casa y los ancianos de Judá estaban sentados frente a mí. Entonces la mano de Yavé se posó sobre mí. (Ezequiel 8, 1)

  • El diez del quinto mes del séptimo año, algunos ancianos de Israel habían venido a consultar a Yavé y se hallaban sentados frente a mí. (Ezequiel 20, 1)

  • Era el comienzo del año vigésimo quinto de nuestro exilio; el diez del mes, catorce años después de la caída de la ciudad; ese día la mano de Yavé se posó sobre mí y me llevó. (Ezequiel 40, 1)

  • Cuando abrió el quinto sello, divisé debajo del altar las almas de los que fueron degollados a causa de la palabra de Dios y del testimonio que les correspondía dar. (Apocalipsis 6, 9)

  • Y tocó el quinto ángel. Vi entonces una estrella que había caído del cielo a la tierra. Le fue entregada la llave del pozo del abismo. (Apocalipsis 9, 1)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina