Talált 41 Eredmények: prometido

  • Yavé, nuestro Dios, los seguirá rechazando ante ustedes y les quitará sus tierras para que las tengan ustedes, tal como Yavé se lo tiene prometido. (Josué 23, 5)

  • Uno solo de ustedes perseguía a mil, pues Yavé, nuestro Dios, peleaba por ustedes, como se lo había prometido. (Josué 23, 10)

  • El Angel de Yavé subió de Guilgal a Boquím, donde estaban reunidos los israelitas y les dijo: «Yo los saqué de Egipto y los traje a la tierra que les había prometido a sus padres. Les había dicho: "No romperé jamás mi alianza con ustedes, (Jueces 2, 1)

  • Yo voy a tender un vellón de lana en la era. Si cae el rocío solamente sobre el vellón y todo el suelo queda seco, sabré que salvarás a Israel por mi mano, como has prometido.» (Jueces 6, 37)

  • Dalila comprendió que esta vez había dicho la verdad y llamó a los jefes de los filisteos diciendo: «Vengan, porque Sansón me ha descubierto su secreto.» Vinieron y le entregaron el dinero prometido. (Jueces 16, 18)

  • Por eso Yavé, Dios de Israel, dice: Yo había prometido que tu familia y la familia de tu padre me servirían como sacerdotes para siempre. Pero ahora, lejos de mí tal cosa; porque a los que me honran, yo los honro, pero a los que me desprecian, yo los desprecio. (1 Samuel 2, 30)

  • Y ahora, por Yavé que me ha sentado en el trono de mi padre David, y me ha construido una casa como había prometido, juro que hoy mismo morirá Adonías.» (1 Reyes 2, 24)

  • Yavé dio sabiduría a Salomón, como se lo había prometido, y hubo paz entre Hiram y Salomón; ambos pactaron una alianza entre sí. (1 Reyes 5, 12)

  • Yavé ha cumplido su palabra; he sucedido a mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como él lo había prometido, y he construido esta Casa para el Nombre de Yavé. (1 Reyes 8, 20)

  • «Bendito sea Yavé, que ha dado paz y reposo a su pueblo, Israel, según se lo había prometido; no ha faltado a ninguna de las promesas que hizo por boca de Moisés, su siervo. (1 Reyes 8, 56)

  • Sin embargo, Yavé había prometido a David que su lámpara quedaría encendida en Jerusalén, que guardaría a su hijo después de él y ampararía a Jerusalén. (1 Reyes 15, 4)

  • La harina de la tinaja no se agotó ni disminuyó el aceite del cántaro, según lo que había prometido Yavé por medio de Elías. (1 Reyes 17, 16)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina