Talált 77 Eredmények: peso

  • Tendrás un peso justo y exacto, e igualmente una medida justa y exacta, para que se prolonguen tus días en la tierra que Yavé, tu Dios, te da. (Deuteronomio 25, 15)

  • El peso de los anillos alcanzó a mil setecientas monedas de oro; sin contar los prendedores, los aros y los lujosos vestidos que usaban los reyes de Madián. Además, los collares de los camellos. (Jueces 8, 26)

  • Saúl soportaba todo el peso del combate. Habiéndolo descubierto los arqueros, le dispararon, dejándolo herido. (1 Samuel 31, 3)

  • en tan enorme cantidad que no se pudo calcular el peso del bronce. (1 Reyes 7, 47)

  • El peso de la batalla cargó sobre Saúl, los arqueros lo descubrieron y fue herido por ellos. (1 Crónicas 10, 3)

  • Referente al oro le señaló el peso en oro que tendría cada uno de los utensilios de cada servicio, y también la plata, según el peso que correspondía a cada uno de los utensilios de cada clase de servicio; (1 Crónicas 28, 14)

  • asimismo el peso de los candelabros de oro y sus lámparas y para los candelabros de plata según el peso de cada candelabro y sus lámparas, conforme al uso de cada candelabro; (1 Crónicas 28, 15)

  • y el peso de oro para cada una de las mesas de los panes de la ofrenda y el peso de plata para las mesas de plata; (1 Crónicas 28, 16)

  • oro puro para los tenedores, los acetres y los jarros; y asimismo lo correspondiente para las copas de oro, según el peso de cada copa y para las copas de plata, según el peso de cada copa; para el altar del incienso, oro acrisolado según el peso. (1 Crónicas 28, 17)

  • Salomón fabricó todos estos utensilios en tan gran cantidad que no se pudo calcular el peso del bronce. (2 Crónicas 4, 18)

  • El peso del oro que llegaba a Salomón cada año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro, (2 Crónicas 9, 13)

  • Después de volverlo a contar y pesar todo, se puso por escrito el peso total. (Esdras 8, 34)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina