Talált 8075 Eredmények: par
Las doce puertas son doce perlas, cada puerta está hecha de una sola perla. La plaza de la ciudad está pavimentada con oro refinado, transparente como cristal. (Apocalipsis 21, 21)
La ciudad no necesita luz del sol ni de la luna, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero. (Apocalipsis 21, 23)
Después el ángel me mostró el río de agua de la vida, transparente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. (Apocalipsis 22, 1)
En medio de la ciudad, a uno y otro lado del río, hay árboles de la vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes, y sus hojas sirven de medicina para las naciones. (Apocalipsis 22, 2)
No necesitarán luz de lámpara ni luz del sol, porque Dios mismo será su luz, y reinarán por los siglos para siempre. (Apocalipsis 22, 5)
Después me dijo el ángel: «Estas palabras son ciertas y verdaderas. El Señor, que es Dios de los profetas y sus espíritus, ha enviado a su ángel para que muestre a sus servidores lo que ha de suceder pronto. (Apocalipsis 22, 6)
Yo, Juan, vi y oí todo esto. Al terminar las palabras y las visiones caí a los pies del ángel que me había mostrado todo esto, para adorarlo, (Apocalipsis 22, 8)
Voy a llegar pronto y llevo conmigo el salario para dar a cada uno conforme a su trabajo. (Apocalipsis 22, 12)
Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para decirles lo que se refiere a las Iglesias. Yo soy el Brote y el Descendiente de David, la estrella radiante de la mañana.» (Apocalipsis 22, 16)
Yo, por mi parte, advierto a todo el que escuche las palabras proféticas de este libro: «Si alguno se atreve a añadir algo, Dios echará sobre él todas las plagas descritas en este libro. (Apocalipsis 22, 18)
Y si alguno quita algo a las palabras de este libro profético, Dios le quitará su parte en el árbol de la vida y en la Ciudad Santa descritos en este libro.» (Apocalipsis 22, 19)