Talált 22 Eredmények: obedecen
Moisés dijo a Yavé: «Mira, Señor, que yo nunca he tenido facilidad para hablar, y no me ha ido mejor desde que hablas a tu servidor: mi boca y mi lengua no me obedecen.» (Exodo 4, 10)
Si ni aun así me obedecen, les devolveré siete veces más por sus pecados. (Levítico 26, 18)
Si con esto no me obedecen y siguen haciéndome la contra, (Levítico 26, 27)
Bendición, si obedecen los mandamientos de Yavé que yo les prescribo hoy; (Deuteronomio 11, 27)
Me libras de las rebeldías de mi pueblo. y me pones a la cabeza de las naciones, me obedecen pueblos desconocidos. (2 Samuel 22, 44)
Hijos de extranjeros me vienen a alabar, son todo oídos y me obedecen. (2 Samuel 22, 45)
Pero él les mandó una segunda carta, que decía: «Si son de mi partido y de los que me obedecen, tomen las cabezas de los hijos del rey, su señor, y vengan mañana a conversar conmigo a estas horas en Jezrael.» Los hijos del rey eran setenta y se criaban en las casas de las familias más importantes de la ciudad. (2 Reyes 10, 6)
Los hijos de extranjeros me adulan, apenas oyen mi voz, me obedecen. (Salmos 18, 45)
Pensó: «Esta es la oportunidad para hacerme famoso y ser un hombre importante en el reino. Iré a pelear con Judas y los suyos, que no obedecen las órdenes del rey.» (1 Macabeos 3, 14)
Cada año eligen a uno que mande sobre ellos y que gobierne el imperio, y todos le obedecen sin que haya entre ellos envidias o celos. (1 Macabeos 8, 16)
Esto dice Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: Anda a decirles a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ¡Ojalá que esto les sirva de lección de cómo se obedecen mis palabras! -dice Yavé-. (Jeremías 35, 13)
Ciertamente que el sol, la luna y las estrellas, que están puestas para alumbrarnos y sernos provechosos, obedecen a Dios. (Baruc 6, 59)