Talált 149 Eredmények: muralla de Jericó
Pero yo seré para ella como una muralla de fuego que la rodee totalmente, y habitaré en ella para ser su gloria.» (Zacarías 2, 9)
Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo. (Evangelio según San Mateo 4, 5)
Al salir de Jericó, les iba siguiendo una gran multitud de gente. (Evangelio según San Mateo 20, 29)
Llegaron a Jericó. Al salir Jesús de allí con sus discípulos y con bastante más gente, un limosnero ciego se encontraba a la orilla del camino. Se llamaba Bartimeo (hijo de Timeo). (Evangelio según San Marcos 10, 46)
A continuación el diablo lo llevó a Jerusalén, y lo puso en la muralla más alta del Templo, diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, (Evangelio según San Lucas 4, 9)
Jesús empezó a decir: «Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. (Evangelio según San Lucas 10, 30)
Ya cerca de Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. (Evangelio según San Lucas 18, 35)
Habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesaba la ciudad. (Evangelio según San Lucas 19, 1)
Entonces sus discípulos lo tomaron una noche y lo bajaron desde lo alto de la muralla metido en un canasto. (Hecho de los Apóstoles 9, 25)
y tuve que ser descolgado por una ventana muralla abajo, metido en un canasto. Así escapé de sus manos. (2º Carta a los Corintios 11, 33)
Por la fe cayeron los muros de Jericó, después de dar la vuelta a su alrededor durante siete días. (Carta a los Hebreos 11, 30)
Tenía una muralla grande y alta con doce puertas, y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados, que son los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. (Apocalipsis 21, 12)