Talált 224 Eredmények: monte Seir

  • Asimismo en Seír habitaron antiguamente los horeos, pero los hijos de Esaú los echaron, los exterminaron y se establecieron en su lugar, como lo hizo Israel en la tierra que Yavé le dio como posesión suya). (Deuteronomio 2, 12)

  • Lo mismo había hecho con los Horitas que fueron exterminados en Seír por los hijos de Esaú. Y los amonitas habitaron la tierra de los refaitas hasta el día de hoy. (Deuteronomio 2, 22)

  • y déjanos pasar tan sólo como lo hicieron los hijos de Esaú que habitan en Seír y los moabitas que moran en Ar, hasta que lleguemos al Jordán y entremos en la tierra que nos da Yavé, nuestro Dios . (Deuteronomio 2, 29)

  • Nos hicimos, pues, dueños de la tierra de los dos reyes amorreos, el país de Trasjordania, desde el torrente de Arnón hasta el monte Hermón (Deuteronomio 3, 8)

  • También les di la Arabá, siendo el Jordán su frontera desde Kineret hasta el mar de la Araba, llamado Mar Salado, al pie del monte Pisga, al oriente. (Deuteronomio 3, 17)

  • Me refiero al día en que ustedes estuvieron en presencia de Yavé en el monte Horeb y él me dijo: Reúneme al pueblo para que oiga mis palabras. Así me temerán mientras vivan en esa tierra y enseñarán estas palabras a sus hijos . (Deuteronomio 4, 10)

  • Entonces ustedes se acercaron y permanecieron al pie del monte. Este ardió en llamas hasta el mismo cielo entre tinieblas de nube y espesa niebla. (Deuteronomio 4, 11)

  • Mediten bien lo que van a hacer. Ustedes no vieron figura alguna el día en que Yavé les habló en el monte Horeb en medio del fuego. (Deuteronomio 4, 15)

  • Se extendían desde Aroer, situada en la orilla del torrente Arnón, hasta el monte Sirión, llamado también Hermón, (Deuteronomio 4, 48)

  • y abarcaban toda la llanura al oriente del Jordán hasta el Mar Muerto, al pie del monte Pisga. (Deuteronomio 4, 49)

  • Yavé nos habló cara a cara en el monte, desde en medio del fuego. (Deuteronomio 5, 4)

  • Entonces yo estaba entre Yavé y ustedes y los tuve informados, pues aquel fuego los mantenía a distancia, y ustedes no subieron al monte. Estas fueron sus palabras: (Deuteronomio 5, 5)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina