Talált 201 Eredmények: monte Nebo

  • Me refiero al día en que ustedes estuvieron en presencia de Yavé en el monte Horeb y él me dijo: Reúneme al pueblo para que oiga mis palabras. Así me temerán mientras vivan en esa tierra y enseñarán estas palabras a sus hijos . (Deuteronomio 4, 10)

  • Entonces ustedes se acercaron y permanecieron al pie del monte. Este ardió en llamas hasta el mismo cielo entre tinieblas de nube y espesa niebla. (Deuteronomio 4, 11)

  • Mediten bien lo que van a hacer. Ustedes no vieron figura alguna el día en que Yavé les habló en el monte Horeb en medio del fuego. (Deuteronomio 4, 15)

  • Se extendían desde Aroer, situada en la orilla del torrente Arnón, hasta el monte Sirión, llamado también Hermón, (Deuteronomio 4, 48)

  • y abarcaban toda la llanura al oriente del Jordán hasta el Mar Muerto, al pie del monte Pisga. (Deuteronomio 4, 49)

  • Yavé nos habló cara a cara en el monte, desde en medio del fuego. (Deuteronomio 5, 4)

  • Entonces yo estaba entre Yavé y ustedes y los tuve informados, pues aquel fuego los mantenía a distancia, y ustedes no subieron al monte. Estas fueron sus palabras: (Deuteronomio 5, 5)

  • Estas son las palabras que dijo Yavé a toda la asamblea que estaba en el monte, desde en medio del fuego y la espesa nube. Dichas palabras resonaron con estruendo y no se les añadió nada. Y luego Yavé las escribió en dos tablas de piedra que me entregó. (Deuteronomio 5, 22)

  • Cuando oyeron aquella voz en medio de las tinieblas, mientras que el monte ardía, se acercaron a mí todos los jefes de sus tribus y los ancianos. (Deuteronomio 5, 23)

  • Yo había subido al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas de la Alianza que Yavé había pactado con ustedes, permaneciendo en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. (Deuteronomio 9, 9)

  • Entonces me dio Yavé las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios. Todas sus palabras estaban ahí escritas, todas las palabras que les dijo en el monte, desde en medio del fuego, en el día de la asamblea. (Deuteronomio 9, 10)

  • En ese tiempo Yavé me dijo: «Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras y sube hacia mí en el monte; harás también un Arca de madera. (Deuteronomio 10, 1)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina