Talált 1341 Eredmények: mil

  • Yo seguía mirando, y oí el clamor de una multitud de ángeles que estaban alrededor del trono, de los Seres Vivientes y de los Ancianos. Eran millones, centenares de millones (Apocalipsis 5, 11)

  • Entonces oí el número de los marcados con el sello: ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de los hijos de Israel: (Apocalipsis 7, 4)

  • De la tribu de Judá: doce mil marcados. De la tribu de Rubén: doce mil marcados. De la tribu de Gad: doce mil marcados. (Apocalipsis 7, 5)

  • De la tribu de Aser: doce mil marcados. De la tribu de Neftalí: doce mil marcados. De la tribu de Manasés: doce mil marcados. (Apocalipsis 7, 6)

  • De la tribu de Simeón: doce mil marcados. De la tribu de Leví: doce mil marcados. De la tribu de Isacar: doce mil marcados. (Apocalipsis 7, 7)

  • De la tribu de Zabulón: doce mil marcados. De la tribu de José: doce mil marcados. De la tribu de Benjamín: doce mil marcados. (Apocalipsis 7, 8)

  • El número de los soldados de a caballo era de doscientos millones; es el número que oí. (Apocalipsis 9, 16)

  • Yo enviaré a mis dos testigos vestidos con ropa de penitencia, para que proclamen mi palabra durante mil doscientos sesenta días. (Apocalipsis 11, 3)

  • En ese momento se produjo un violento terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, pereciendo en el cataclismo siete mil personas. Los supervivientes se llenaron de espanto y reconocieron al Dios del cielo. (Apocalipsis 11, 13)

  • mientras la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar que Dios le ha preparado. Allí la alimentarán durante mil doscientos sesenta días. (Apocalipsis 12, 6)

  • Tuve otra visión: el Cordero estaba de pie sobre el monte Sión y lo rodeaban ciento cuarenta y cuatro mil personas, que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. (Apocalipsis 14, 1)

  • Cantan un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender aquel canto, a excepción de los ciento cuarenta y cuatro mil que han sido rescatados de la tierra. (Apocalipsis 14, 3)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina