Talált 117 Eredmények: marido

  • Mal humor, impaciencia, reproches... es lo que sucede cuando la mujer manda al marido. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 22)

  • Corazón apenado, cara triste y herida oculta: así sucede con la mujer malvada. Brazos caídos y rodillas vacilantes: ¡ella no hace feliz a su marido! (Sirácides (Eclesiástico) 25, 23)

  • Feliz el marido de una buena mujer: el número de sus días se duplicará. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 1)

  • Una mujer valiente es la alegría de su marido, éste vivirá en paz todos los días de su vida. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 2)

  • La gracia de una esposa regocija a su marido, pero su saber actuar lo reconforta hasta la médula de sus huesos. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 13)

  • Una mujer acepta cualquier marido, pero hay unas mujeres mejores que otras. (Sirácides (Eclesiástico) 36, 21)

  • Si sus palabras están impregnadas de bondad y dulzura, su marido será el hombre más feliz. (Sirácides (Eclesiástico) 36, 23)

  • El amigo, el compañero son bienvenidos, pero más que ambos la esposa o el marido. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 23)

  • Una hija es para su padre una causa secreta de inquietud; el cuidado que le ocasiona le quita el sueño; si es joven, por el temor a que demore en casarse; si está casada, a que su marido le tome tirria. 10. Mientras es virgen, podría dejarse seducir y quedar embarazada en la casa de su padre. Si tiene marido, tal vez podría serle infiel o bien no darle hijos. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 9)

  • «¡Pero yo estoy lleno de la ira de Yavé y no la aguanto más! » «Derrámala entonces sobre los niños de la calle y sobre los grupos de muchachos. Les va a llegar a todos, al marido y a la mujer, al anciano y al hombre lleno de vida. (Jeremías 6, 11)

  • ¿Hasta cuándo andarás de aquí para allá, hija rebelde? Porque Yavé ha presentado una cosa nueva en la tierra: la mujer es la que busca a su marido. (Jeremías 31, 22)

  • sino que eras la mujer adúltera que busca extraños en vez de su marido. (Ezequiel 16, 32)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina