Talált 164 Eredmények: joven
El año octavo de su reinado, siendo todavía joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y en el año doce comenzó a purificar a Judá y Jerusalén de los santuarios altos, de los troncos sagrados, de las estatuas y de los ídolos fundidos. (2 Crónicas 34, 3)
Entonces hizo subir contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a los mejores hasta dentro de su santuario, sin perdonar a joven ni a virgen, a viejo ni a canoso; a todos los entregó Dios en su mano. (2 Crónicas 36, 17)
Siendo aún joven y estando en Israel, mi país, toda la tribu de mi padre Neftalí se separó de la familia de David y de Jerusalén, ciudad que fue elegida entre todas las tribus de Israel para que se ofrecieran los sacrificios, ya que allí se había edificado y consagrado el Templo en el que habita Dios. (Tobías 1, 4)
Siendo mayor de edad, me casé con una joven de nuestra familia llamada Ana, de la que tuve un hijo al que llamé Tobías. Cuando fuimos desterrados a Nínive, (Tobías 1, 9)
Y le preguntó: «¿De dónde eres?» El joven respondió: «Soy uno de los hijos de Israel, tus hermanos, que ando en busca de trabajo.» Tobías le dijo: «¿Conoces el camino a Media?» (Tobías 5, 5)
El joven respondió: «Espero, pero no te demores.» (Tobías 5, 8)
Tobías contó a su padre que había encontrado a un hermano israelita, y el padre le contestó: «Llámalo para saber a qué familia y tribu pertenece; y si es digno de confianza, para que te acompañe.» Tobías llamó al joven (Tobías 5, 9)
Partió el joven con el ángel, y el perro los seguía. (Tobías 6, 2)
El joven bajó al río para lavarse los pies, cuando del agua saltó un gran pez que por poco le devora el pie. Tobías gritó, (Tobías 6, 3)
pero el ángel le dijo: «Tómalo y no lo dejes escapar.» El joven se apoderó del pez y lo sacó a tierra. (Tobías 6, 4)
El joven abrió el pez y sacó la hiel, el corazón y el hígado. Luego cocieron el pez y se lo comieron. Después continuaron su camino hasta cerca de Media. (Tobías 6, 6)
El joven preguntó al ángel: «Hermano Azarías, ¿qué remedios son el corazón, el hígado y la hiel del pez?» (Tobías 6, 7)