Talált 12 Eredmények: inocentes

  • Cuando David lo supo, exclamó: «Yavé sabe que yo y los míos somos inocentes: (2 Samuel 3, 28)

  • Ella le contestó: «Que la culpa recaiga sobre mí y sobre mi familia; que el rey y su trono permanezcan inocentes.» (2 Samuel 14, 9)

  • Vendrán a este lugar los que son acusados de algún crimen y juran que son inocentes. Cuando se presenten en esta Casa ante tu altar, (1 Reyes 8, 31)

  • Y ahora quieren someter a esclavitud a la población de Judá y de Jerusalén y que en adelante sean esclavos y esclavas de ustedes. Miren que ustedes mismos no son inocentes ante Yavé, su Dios. (2 Crónicas 28, 10)

  • Muy a menudo, aquellos que ejercen el poder se han hecho cómplices del asesinato de inocentes y se han visto arrastrados a desgracias irreparables por haber confiado a sus amigos la administración de los asuntos públicos y haberse dejado influenciar por ellos, (Ester 16, 5)

  • Si una calamidad trae repentinamente la muerte, se ríe de la desesperación de los inocentes. (Job 9, 23)

  • ¿De qué me sirve tener un corazón puro y mantener mis manos inocentes, (Salmos 73, 13)

  • que no se olvidara de la injusta matanza de niños inocentes y manifestara su indignación contra aquellos que habían insultado su Nombre. (2 Macabeos 8, 4)

  • Mira tus manos manchadas con sangre, no de bandidos sorprendidos en el crimen sino que de inocentes. (Jeremías 2, 34)

  • Por eso ahora soporta tu afrenta ya que tus pecados más horribles que los de ellas las hacen aparecer como inocentes. Deberías estar roja de vergüenza por haber justificado así a tus hermanas. (Ezequiel 16, 52)

  • Tú dictabas sentencias injustas, condenabas a los inocentes y absolvías a los culpables, cuando el Señor ha dicho: «No harás morir al inocente justo». (Daniel 13, 53)

  • Aquella tristeza era según Dios, y miren lo que ha producido en ustedes: ¡qué preocupación tan grande por mí y cuántas disculpas!, ¡qué indignación, temor, exigencias, y qué deseo de desagraviarme y hacerme justicia! En todo han demostrado que eran inocentes en este asunto. (2º Carta a los Corintios 7, 11)


“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina