Talált 2335 Eredmények: está

  • Así, pues, al llegar hoy a la fuente hice esta súplica: «Yavé, Dios de mi señor Abrahán, si quieres que el viaje que he emprendido tenga éxito, concédeme lo siguiente: (Génesis 24, 42)

  • Labán y Batuel respondieron: «En todo esto está la mano de Yavé, y no tenemos nada que añadir. (Génesis 24, 50)

  • Sus dos hijos, Isaac e Ismael, lo se pultaron en la cueva de Macpelá, que está en el campo de Efrón, hijo de Seor el hititaenfrente de Mambré. (Génesis 25, 9)

  • Esta era la finca que Abrahán había comprado a los hititas, allí fueron sepultados Abrahán y su esposa Sara. (Génesis 25, 10)

  • Hubo hambre en el país, -ésta no se debe confundir con la primera hambruna que hubo en tiempos de Abrahán- y fue Isaac a Guerar, hacia Abimelec, rey de los filisteos. (Génesis 26, 1)

  • Se fue de allí a otra parte y mandó cavar otro pozo, y como esta vez nadie se peleó por él, le puso el nombre de Rejobot, pues dijo: «Por fin Yavé nos pone a nuestras anchas. Ahora sí que podremos prosperar en esta tierra.» (Génesis 26, 22)

  • Le contestaron: «Hemos visto claramente que Yavé está contigo, y hemos dicho: Prometamos con juramento, nosotros y tú, que viviremos en paz. (Génesis 26, 28)

  • Esaú insistió: «¿Acaso no tienes más bendición que ésta? Padre, bendíceme a mí también.» Y Esaú se puso a llorar. (Génesis 27, 38)

  • Rebeca dijo a Isaac: «Estas mujeres hititas me tienen tan aburrida que ya no quiero vivir. Si también Jacob se casa con una mujer de esta tierra, yo me muero. (Génesis 27, 46)

  • Entonces Isaac llamó a su hijo Jacob, lo bendijo y le dio esta orden: «No te cases con ninguna mujer cananea. (Génesis 28, 1)

  • Yo estoy contigo; te protegeré a donde quiera que vayas y te haré volver a esta tierra, pues no te abandonaré hasta que no haya cumplido todo lo que te he dicho.» (Génesis 28, 15)

  • Sintió miedo y dijo: «¡Cuán digno de todo respeto es este lugar! ¡Es nada menos que una Casa de Dios! ¡Esta es la Puerta del Cielo!» (Génesis 28, 17)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina