Talált 529 Eredmények: espíritu humano

  • Entonces Yavé bajó en la nube y habló, luego tomó del espíritu que estaba en Moisés y lo puso en los setenta hombres ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar, pero después no lo hicieron más. (Números 11, 25)

  • Dos hombres se habían quedado en el campamento, el primero se llamaba Eldad y el otro, Medad; el espíritu se posó sobre ellos. Pertenecían a los inscritos, pero no habían ido a la Tienda, y profetizaron en el campamento. (Números 11, 26)

  • Pero Moisés le respondió: "¿Así que te pones celoso por mí?¡Ojalá que todo el pueblo de Yavé fuera profeta, que Yavé les diera a todos su espíritu!" (Números 11, 29)

  • Pero a mi servidor Caleb lo haré entrar a esa tierra a la que ya entró, y se la daré a su posteridad, porque tuvo un espíritu distinto y me siguió sin vacilar. (Números 14, 24)

  • Esos hombres a los que Moisés había enviado para que exploraran la tierra y que, a su regreso, habían alzado a toda la comunidad en contra de él hablando mal del país, esos hombres que habían criticado a ese país con un mal espíritu, murieron de un golpe en presencia de Yavé. (Números 14, 36)

  • El que toque a un muerto, a cualquier cadáver humano, quedará impuro durante siete días. (Números 19, 11)

  • Cuando Balaam levantó la vista, vio a Israel agrupado por tribus; entonces el espíritu de Dios se apoderó de él. (Números 24, 2)

  • Yavé respondió a Moisés: «Llama a Josué, hijo de Nun, hombre en que está el Espíritu, y pon tu mano sobre él. (Números 27, 18)

  • ¡Ojalá que siempre tengan el mismo espíritu, me teman y guarden todos mis preceptos!, pues entonces les iría bien a ellos y a sus hijos eternamente. (Deuteronomio 5, 29)

  • Porque yo conozco su espíritu rebelde y su cabeza dura. Si hoy, que vivo yo entre ustedes, son rebeldes a Yavé, ¿cuánto más lo serán después de mi muerte? (Deuteronomio 31, 27)

  • Pero tenían a Josué, hijo de Nun, el cual quedó lleno del espíritu de sabiduría porque Moisés había puesto sus manos sobre él. Los hijos de Israel le obedecieron y actuaron en todo según Yavé había ordenado a Moisés. (Deuteronomio 34, 9)

  • El espíritu de Yavé estuvo sobre él y se puso al frente de Israel. Hizo la guerra y Yavé puso en sus manos a Cusan Risataím, rey de Aram, al que venció. (Jueces 3, 10)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina