Talált 129 Eredmények: entrego

  • Elías tomó al niño, lo bajó de su habitación y lo entregó a su madre diciendo: «Mira, tu hijo vive.» (1 Reyes 17, 23)

  • Al llegar entregó al rey de Israel la carta, que decía: «Te presento a mi servidor Naamán para que lo sanes de su lepra.» (2 Reyes 5, 6)

  • Naamán le dijo: «Dígnate aceptar dos talentos de plata.» Insistió en que los aceptara y metió dos talentos de plata con dos trajes nuevos en dos sacos y se los entregó a dos de sus criados, que los llevaron delante de Guejazí. (2 Reyes 5, 23)

  • Joyada entregó a los oficiales las lanzas y escudos del rey David que estaban en la casa de Yavé (2 Reyes 11, 10)

  • Entonces estalló el furor de Yavé contra Israel y los entregó en manos de Jazael, rey de Aram, y en manos de Ben-Hadad, hijo de Jazael, todo aquel tiempo. (2 Reyes 13, 3)

  • Ezequías, pues, le entregó todo el dinero que se hallaba en la Casa de Yavé y en los tesoros de la casa real. (2 Reyes 18, 15)

  • Fue en aquel entonces cuando Ezequías mandó arrancar de las puertas de la Casa de Yavé las planchas de oro con que él mismo las había revestido, y las entregó al rey de Asur. (2 Reyes 18, 16)

  • Al recibirlo, el sumo sacerdote Helquías dijo al secretario Safán: «He hallado el libro de la Ley en la Casa de Yavé.» Helquías entregó el libro a Safán, que lo leyó. (2 Reyes 22, 8)

  • Joaquim entregó la plata y el oro al faraón y, para pagar la contribución que el faraón exigía, impuso una tasa a todo el país. Cada uno tuvo que pagar su cuota según lo que poseía. Así Joaquim cobró de todo el pueblo el oro y la plata que debía dar al faraón. (2 Reyes 23, 35)

  • Joab entregó a David la cifra del censo del pueblo: había en todo Israel un millón cien mil hombres capaces de manejar las armas, y en Judá, cuatrocientos setenta mil. (1 Crónicas 21, 5)

  • Huyeron los hijos de Israel delante de Judá, y Dios los entregó en sus manos. (2 Crónicas 13, 16)

  • ¿Acaso los etíopes y los libios no formaban un ejército numeroso con carros e innumerables caballerías? Y, sin embargo, porque pusiste tu confianza en Yavé, él los entregó en tu mano. (2 Crónicas 16, 8)


“Quanto mais se caminha na vida espiritual, mais se sente a paz que se apossa de nós.” São Padre Pio de Pietrelcina