Talált 518 Eredmények: dinero del templo

  • Fueron, pues, donde el sumo sacerdote Helquías y le entregaron el dinero traído a la Casa de Dios, es decir, todo lo que los levitas y porteros habían recibido de Manasés y de Efraím y de todo el resto de Israel, de todo Judá y Benjamín y de los habitantes de Jerusalén. (2 Crónicas 34, 9)

  • Cuando estaban sacando el dinero traído de la Casa de Yavé, el sacerdote Helquías encontró el libro de la Ley de Yavé dada a Moisés. (2 Crónicas 34, 14)

  • Han fundido el dinero traído a la Casa de Yavé y lo han entregado a los encargados y a los que trabajaban en la obra. (2 Crónicas 34, 17)

  • Empezaron a ofrecer las víctimas consumidas por el fuego desde el día primero del mes séptimo, cuando aún no se habían puesto los cimientos del Templo de Yavé. (Esdras 3, 6)

  • Dieron dinero a los que trabajaban la piedra, a los albañiles y carpinteros. También dieron alimentos, vino y aceite a los tirios para que trajeran por mar a Yafó madera de cedro del Líbano, según la autorización de Ciro, rey de Persia. (Esdras 3, 7)

  • Se ganaron con dinero a algunos consejeros de la corte, para hacer fracasar el proyecto, y lo detuvieron durante todo el tiempo de Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia. (Esdras 4, 5)

  • Entonces Zorobabel hijo de Sealtiel y Josué hijo de Yosadac se decidieron a reiniciar la construcción del Templo de Dios en Jerusalén; los profetas de Dios estaban con ellos y los apoyaban. (Esdras 5, 2)

  • Fueron a verlos entonces Tatenay, gobernador de la provincia al otro lado del Río, Setar- Boznay y sus colegas. Les preguntaron: "¿Quién les dio permiso para reconstruir ese templo y poner esos tijerales? (Esdras 5, 3)

  • Sin embargo, el año primero de Ciro, rey de Babilonia, éste dio un decreto para que esta Casa de Dios fuera reconstruida. Los vasos de oro y de plata de la Casa de Dios, que Nabucodonosor había quitado al templo de Jerusalén y transportado al templo de Babilonia, (Esdras 5, 13)

  • diciéndole: Toma estos vasos y ve a llevarlos al templo de Jerusalén y que la Casa de Dios sea reconstruida en el mismo lugar. (Esdras 5, 15)

  • Entonces Sesbasar vino acá y echó los cimientos del templo de Dios en Jerusalén. Desde aquel tiempo hasta ahora se va construyendo y aún no está terminado. (Esdras 5, 16)

  • Además, los vasos de oro y plata que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y se llevó a Babilonia serán devueltos y llevados al templo de Jerusalén, al lugar donde estaban depositados en la Casa de Dios. (Esdras 6, 5)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina