Talált 31 Eredmények: dicha
Yo esperaba la dicha, y llegó la desgracia. Esperaba la luz, y vino la oscuridad. (Job 30, 26)
Muchos dicen: "¿Quién nos hará ver la dicha? ¡Muéstranos, Señor, tu rostro alegre!" (Salmos 4, 7)
Guárdame, oh Dios, pues me refugio en ti. Yo le he dicho: "Tú eres mi Señor, no hay dicha para mí fuera de ti. (Salmos 16, 2)
Irán conmigo la dicha y tu favor mientras dura mi vida, mi mansión será la casa del Señora por largos, largos días. (Salmos 23, 6)
Su alma en la dicha morará, y sus hijos heredarán la tierra. (Salmos 25, 13)
El colma de dicha tu existencia y como el águila se renueva tu juventud. (Salmos 103, 5)
¡Que veamos la dicha de tus elegidos, nos alegremos con el gozo de tu pueblo y nuestro orgullo sea él de tu familia! (Salmos 106, 5)
Comerás del trabajo de tus manos, esto será tu fortuna y tu dicha. (Salmos 128, 2)
¡Que el Señor te bendiga desde Sión: puedas ver la dicha de Jerusalén durante todos los días de tu vida! ¡Que veas a los hijos de tus hijos y en Israel, la paz! (Salmos 128, 5)
Déjense pues de quejas injustificadas, eviten los propósitos condenables, pues ni siquiera la palabra dicha en secreto queda sin consecuencias y la boca mentirosa mata al alma. (Sabiduría 1, 11)
Una palabra dicha en mal momento es como música en momentos de duelo, pero los azotes y las sabias reprensiones convienen en cualquier momento. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 6)
y por ahí regresarán los libertados por Yavé; llegarán a Sión dando gritos de alegría, y con una dicha eterna reflejada en sus rostros; la alegría y la felicidad los acompañarán y ya no tendrán más pena ni tristeza. (Isaías 35, 10)